IM\u00c1GENES DE BRIDGEMAN<\/span> <\/figcaption><\/figure>\nLe debemos algunos destellos inolvidables y deslumbrantes, representativos de una cierta tendencia del cine popular italiano, un cine cuya importancia est\u00e9tica tal vez fue mal percibida a este lado de los Alpes. En Francia, sus mejores pel\u00edculas tuvieron una mala distribuci\u00f3n, o ninguna, en los cines, hasta que la conciencia cin\u00e9fila \u2013y el lanzamiento de DVD y Blu-ray\u2013 repararon en parte la injusticia. Porque a Aldo Lado, que acaba de fallecer el 25 de noviembre en Roma, no le faltaba talento ni ambici\u00f3n, en el coraz\u00f3n mismo de este oficio que era el sistema de producci\u00f3n transalpino.<\/p>\n
Naci\u00f3 en Fiume (hoy Rijeka, en Croacia) el 5 de diciembre de 1934. Apasionado del cine, se traslad\u00f3 muy joven a Venecia (ciudad que contar\u00eda mucho en su inspiraci\u00f3n), cre\u00f3 a los 19 a\u00f1os. , con unos amigos, una productora de dibujos animados. A los 25 a\u00f1os se fue a Par\u00eds, donde consigui\u00f3 un peque\u00f1o trabajo como miembro del equipo de rodaje de Cuchillo en la herida<\/em>, de Anatole Litvak (1962). Dir\u00e1 que su trabajo consisti\u00f3 esencialmente en encontrar la pipa sistem\u00e1ticamente olvidada del cineasta. Fue asistente de direcci\u00f3n en algunos westerns y pel\u00edculas b\u00e9licas de serie B, pero tambi\u00e9n en El conformista<\/em>de Bernardo Bertolucci (1970), a quien present\u00f3 al brillante editor Franco \u201cKim\u201d Arcalli.<\/p>\nEn 1971 coescribi\u00f3 el gui\u00f3n de La v\u00edctima designada<\/em>de Maurizio Lucidi, inquietante variaci\u00f3n de Lo desconocido del Nord-Express<\/em>, de Alfred Hitchcock, que, sin embargo, afirm\u00f3 no haber visto nunca. La historia ya estaba ambientada en Venecia. El mismo a\u00f1o firm\u00f3 su primer largometraje, La nota del vaso de cristal.<\/em> (publicado en v\u00eddeo en Francia con el t\u00edtulo Estoy vivo !<\/em>), un thriller angustioso a la vez que una met\u00e1fora pol\u00edtica que conduce a lo sobrenatural, rodado en parte en Praga y Yugoslavia. Jean Sorel interpret\u00f3 a un hombre en estado de catalepsia, consciente pero completamente inm\u00f3vil, que era tratado como un cad\u00e1ver. Sus recuerdos, presentados en forma de flashbacks, revelaron la existencia de ceremonias orgi\u00e1sticas destinadas a permitir a los ancianos ricos alimentarse de la energ\u00eda vital de las j\u00f3venes secuestradas por una secta.<\/p>\nArtista singular de la crueldad<\/h2>\n
Su segundo largometraje, \u00bfQui\u00e9n la vio morir?<\/em> (1972), puede considerarse su obra maestra. Describe la terrible experiencia de una pareja rota, un hombre y una mujer que se enfrentan a la brutal muerte de su peque\u00f1a hija, encontrada en un canal de Venecia, y decididos a encontrar a su asesino. La m\u00fasica de Ennio Morricone, compuesta en gran parte por coros de ni\u00f1os, contribuye a la creaci\u00f3n de una \u00f3pera morbosa y triste, de crueldad asfixiante y desesperada, ahogada en nieblas.<\/p>\nTe queda el 40% de este art\u00edculo por leer. El resto est\u00e1 reservado para suscriptores.<\/strong><\/p>\n<\/p><\/div>\n
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