{"id":903477,"date":"2023-11-28T07:06:28","date_gmt":"2023-11-28T07:06:28","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-gente-suena-con-un-mundo-perfecto-y-se-consuela-con-floreros-deformes-y-tazones-de-te-de-cemento\/"},"modified":"2023-11-28T07:06:31","modified_gmt":"2023-11-28T07:06:31","slug":"la-gente-suena-con-un-mundo-perfecto-y-se-consuela-con-floreros-deformes-y-tazones-de-te-de-cemento","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/la-gente-suena-con-un-mundo-perfecto-y-se-consuela-con-floreros-deformes-y-tazones-de-te-de-cemento\/","title":{"rendered":"La gente sue\u00f1a con un mundo perfecto y se consuela con floreros deformes y tazones de t\u00e9 de cemento."},"content":{"rendered":"


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Las normas y est\u00e1ndares son criterios importantes para una vida cotidiana funcional. Las deficiencias y los defectos pueden significar un desastre. Pero la verdad del arte reside precisamente en la carencia.<\/p>\n

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El espejo retrovisor del coche como soluci\u00f3n temporal.<\/h2>\n

Sandra Danicke<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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El espejo retrovisor todav\u00eda cumple su funci\u00f3n. Aunque se ha sujetado improvisadamente con cinta adhesiva desde que se da\u00f1\u00f3 en la desafortunada maniobra en el aparcamiento. Debe sustituirse por uno nuevo a m\u00e1s tardar en la siguiente inspecci\u00f3n del veh\u00edculo. Porque esta soluci\u00f3n temporal es tambi\u00e9n un defecto est\u00e9tico que no queda muy bien en el paisaje urbano bien regulado seg\u00fan los est\u00e1ndares suizos.<\/p>\n

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Se dice que los suizos tienen predilecci\u00f3n por el perfeccionismo. Si cruza la frontera sur, esto se nota especialmente, mientras que la mancha en el exterior de la ventanilla lateral de su veh\u00edculo ya casi no molesta a nadie. Las paredes de las antiguas casas italianas se est\u00e1n desmoronando con confianza, las fachadas lucen casi con orgullo su p\u00e1tina. No puedes permitirte perder tal encanto en un pa\u00eds que tiene una reputaci\u00f3n mundial por tener los mejores relojes de precisi\u00f3n. Aunque el famoso arte suizo de la relojer\u00eda tiene que ver con el tiempo: este fen\u00f3meno que muestra la fugacidad de todo.<\/p>\n

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\u00bfTienen los suizos una sensibilidad especial para la conexi\u00f3n entre la perfecci\u00f3n y los defectos, la pulcritud y sus defectos, las normas y sus desviaciones cotidianas? En cualquier caso, el Museo Comercial de Winterthur dedica una peque\u00f1a exposici\u00f3n a lo imperfecto en un mundo supuestamente perfecto y muestra hasta qu\u00e9 punto consideramos normal la norma. Y qu\u00e9 poco hace falta para que esta visi\u00f3n del mundo se derrumbe como un castillo de naipes.<\/p>\n

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\u201cPerfectly Imperfect\u201d presenta numerosos ejemplos del mundo de bienes y productos en los que algo sali\u00f3 mal durante la producci\u00f3n. Y es precisamente la fascinaci\u00f3n por estos desequilibrios lo que los comisarios prestan atenci\u00f3n a todo tipo de defectos. Porque normalmente las ignoramos, estas distorsiones de lo normal. Sin embargo, si se vuelven visibles e interfieren con nuestra vida cotidiana bien organizada, r\u00e1pidamente puede significar una peque\u00f1a cat\u00e1strofe.<\/p>\n

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Est\u00e9tica de lo imperfecto<\/span><\/h2>\n

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El mundo est\u00e1 fuera de lugar. Esta frase se oye y se lee con especial frecuencia hoy en d\u00eda. Pero en realidad este es su estado normal. Nuestro mundo es un sitio de construcci\u00f3n permanente. Y eso se debe a que trabajamos constantemente para perfeccionarlos. En un mundo as\u00ed, las normas, reglas y est\u00e1ndares forman la estructura. Son los criterios esenciales para su funcionalidad.<\/p>\n

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HB S\u00fcdwest Zurich: El gran proyecto habr\u00eda supuesto una obra de construcci\u00f3n a largo plazo y fracasado en las urnas.<\/h2>\n

Archivos sociales suizos<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Un sistema de este tipo garantiza fiabilidad y seguridad. Pero el riesgo es a\u00fan mayor. Si los sem\u00e1foros fallan, los motores empiezan a tartamudear, los aparatos el\u00e9ctricos provocan cortocircuitos, las vigas de acero se oxidan, el mundo entero pronto colapsar\u00e1. El fracaso del plan mundial est\u00e1 escrito en \u00e9l. Y hasta las m\u00e1s peque\u00f1as desviaciones de la norma nos lo recuerdan.<\/p>\n

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Por ejemplo, cerillas: deben cumplir su funci\u00f3n de forma fiable. Cuanto menos puedan hacer esto, m\u00e1s inspirador puede ser. Se convierten en arte bajo la mirada del muse\u00f3logo Peter Herbert, quien a lo largo de los a\u00f1os ha recopilado espec\u00edmenes fallidos y los ha reunido en sus vitrinas para formar un gabinete de curiosidades. Lumomonsterolog\u00eda: el estudio de cerillas deformes, as\u00ed llama a su sistema de interpretaci\u00f3n, que ampli\u00f3 hasta convertirlo en un sistema pseudocient\u00edfico con el que se registran los fen\u00f3menos de la naturaleza.<\/p>\n

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Es asombrosa la variedad de ejemplos que no se ajustan a la norma de la producci\u00f3n industrial en masa. Hay ejemplares de dos cabezas y otros con la cabeza deformada, otros con palos partidos como si tuvieran patas, otros cuyos cuerpos de madera se deshilachan hasta convertirse en tent\u00e1culos parecidos a insectos. Estas diferentes desviaciones hacen de los partidos una especie de individuo, cada uno con su propia \u201cpersonalidad\u201d. De repente te recuerdan a peque\u00f1as criaturas o personas humanas. No son funcionales y, sin embargo, han encontrado su lugar y su derecho a existir en el Museo der Dinge de Berl\u00edn, de donde procede el pr\u00e9stamo.<\/p>\n

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\"Kintsugi <\/div>
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Kintsugi es el arte japon\u00e9s de reparar con laca ba\u00f1ada en oro.<\/h2>\n

miguel leo<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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El arte sabe que el mundo es todo menos perfecto. Los japoneses, por ejemplo, llevan mucho tiempo aprovechando esta deficiencia. En la cer\u00e1mica celebran la belleza de lo imperfecto. Los cuencos deformados y los jarrones torcidos exudan crecimiento natural. Esta est\u00e9tica de la imperfecci\u00f3n se lleva al extremo en el arte de Kintsugi, como muestra el ejemplo de un cuenco de t\u00e9 en la exposici\u00f3n de Winterthur. Despu\u00e9s de romperlo, no lo tiraron, sino que lo remendaron con laca dorada. Esto hace que estas piezas sean a\u00fan m\u00e1s valiosas a los ojos de los amantes del arte japon\u00e9s.<\/p>\n

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Este concepto est\u00e9tico ve la belleza en las huellas del uso y en la p\u00e1tina del envejecimiento. Se prefiere la austera sencillez de una tetera oxidada a la impecabilidad y el esplendor de un ejemplo nuevo y perfecto. Este concepto de arte se llama Wabi-Sabi en Jap\u00f3n. Considera particularmente bello lo ef\u00edmero. Por eso, cada primavera, los japoneses utilizan sus tel\u00e9fonos inteligentes para capturar millones de im\u00e1genes de lo que no se puede capturar: la magia de los cerezos en flor, que solo dura unos d\u00edas.<\/p>\n

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Este concepto de la belleza de lo ef\u00edmero a veces florece particularmente en Occidente. Las imperfecciones y defectos que surgen del envejecimiento y el uso tambi\u00e9n pueden crear una p\u00e1tina que aumenta el valor. Los muebles y la ropa vintage son tendencia. El culto a los vaqueros desgastados y andrajosos parece particularmente exc\u00e9ntrico. Se le realizar\u00e1 un tratamiento con piedra p\u00f3mez. Los agujeros en los nuevos modelos no se consideran defectos del producto, sino que convierten el defecto en una tendencia de moda y un concepto de marketing. Un ejemplo llamativo son tambi\u00e9n los muebles shabby chic, que se arruinan intencionadamente por el uso y el desgaste.<\/p>\n

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Romance de ruinas<\/span><\/h2>\n

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Pero \u00bfen qu\u00e9 consiste este placer por lo imperfecto? \u00bfNos rebelamos contra los hechos consumados que nos presentan las cosas perfectas? La perfecci\u00f3n es la respuesta, mientras que los defectos crean espacio para preguntas y anhelos. Los rom\u00e1nticos ya lo sab\u00edan. En el romanticismo de las ruinas, tambi\u00e9n celebraron la belleza de la fugacidad.<\/p>\n

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El pintor alem\u00e1n Caspar David Friedrich, a quien el Museo Winterthur Oskar Reinhart del Stadtgarten dedic\u00f3 recientemente una exposici\u00f3n, ha pintado ruinas en repetidas ocasiones. Son cuadros tristes y bellos de ruinas en un bosque de robles, en el cementerio de un monasterio o en el abandono invernal. E incluso doscientos a\u00f1os despu\u00e9s de su \u00e9poca, todav\u00eda alimentan nuestro anhelo metaf\u00edsico por el precario momento de felicidad de lo bello. Porque su preciosidad reside precisamente en su fragilidad.<\/p>\n

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\"Caspar <\/div>
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Caspar David Friedrich: \u201cAbad\u00eda en Eichwald\u201d, pintura, 1808\u20131810.<\/h2>\n

Antigua Galer\u00eda Nacional, Berl\u00edn<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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La belleza est\u00e1 \u00edntimamente ligada a la resoluci\u00f3n y la finitud. Por eso, estas obras de arte a veces tienen una belleza casi insoportable. La belleza es tan fugaz como lo somos los humanos. Por eso, el arte a veces puede brindar consuelo sobre el defecto de la propia mortalidad, escribe Gabriele von Arnim en su nuevo libro \u201cEl consuelo de la belleza\u201d.<\/p>\n

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Pero el perfeccionismo evita tales asociaciones de belleza y muerte. Su claridad funcional depende \u00fanicamente de la eficiencia. Para algunos, la belleza es vista como un adorno superfluo en la vida. Pero la gente tambi\u00e9n necesita la belleza para vivir. Porque \u00e9l mismo est\u00e1 hecho de la misma pasta que esos partidos \u201cfallidos\u201d y fuera de lo normal: est\u00e1 lejos de ser perfecto.<\/p>\n

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\u201cPerfectamente imperfecto: defectos, deficiencias y defectos\u201d, Gewerbemuseum, Winterthur, hasta el 12 de mayo de 2024.<\/p>\n

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