Dos telescopios espaciales que se complementan a la perfecci\u00f3n<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
El descubrimiento del sistema planetario fue una proeza que s\u00f3lo termin\u00f3 en \u00e9xito porque el telescopio estadounidense Tess y el telescopio europeo Cheops se complementan perfectamente. El telescopio Tess fue construido para descubrir planetas extrasolares que orbitan estrellas similares al Sol en nuestro vecindario. La tarea del telescopio Cheops es caracterizar con m\u00e1s detalle los exoplanetas ya conocidos. Cheops es una misi\u00f3n conjunta entre la ESA y Suiza liderada por la Universidad de Berna.<\/p>\n
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La primera evidencia del nuevo sistema planetario apareci\u00f3 en 2020. Al observar HD110067 con el telescopio Tess, los astr\u00f3nomos observaron que la estrella se oscurece ligeramente con regularidad, como si un planeta pasara por delante, bloqueando una peque\u00f1a parte de la luz. A partir del momento de estos tr\u00e1nsitos planetarios, los investigadores concluyeron que la estrella tiene dos compa\u00f1eros planetarios.<\/p>\n
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Dos a\u00f1os m\u00e1s tarde, volvieron a apuntar a la estrella con el telescopio Tess. Result\u00f3 que las cosas son m\u00e1s complicadas de lo que se pensaba inicialmente. Las observaciones proporcionaron evidencia de otros tr\u00e1nsitos planetarios, algunos de los cuales, sin embargo, no eran compatibles con los observados anteriormente.<\/p>\n
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Una evaluaci\u00f3n del conjunto de datos ampliado proporcion\u00f3 evidencia de dos planetas con per\u00edodos orbitales de 9,1 y 13,7 d\u00edas, respectivamente. Sin embargo, no todos los tr\u00e1nsitos se pueden explicar con esto. Como resultado, los investigadores sospecharon de al menos otro planeta. Sin embargo, no se pudo determinar claramente su per\u00edodo de circulaci\u00f3n. Los datos permitieron varias soluciones.<\/p>\n
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Ahora entr\u00f3 en juego el telescopio de Keops. En las fechas en cuesti\u00f3n se aline\u00f3 con la estrella HD110067 y pudo confirmar la existencia de un tercer planeta con un per\u00edodo orbital de 20,5 d\u00edas. Sin embargo, ni siquiera esto explica todos los tr\u00e1nsitos observados por el telescopio Tess. El tour de force a\u00fan no hab\u00eda terminado.<\/p>\n
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Los investigadores observaron que los per\u00edodos orbitales de los tres planetas tienen una proporci\u00f3n entera entre s\u00ed. Durante el tiempo que el primer planeta orbita la estrella tres veces, el segundo planeta realiza dos \u00f3rbitas. Y la misma relaci\u00f3n se aplica entre el segundo y el tercer planeta. Los astr\u00f3nomos llaman a esto resonancia orbital.<\/p>\n
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Esta observaci\u00f3n fue clave para explicar los tr\u00e1nsitos restantes. Estos se remontan a otros tres planetas, si se supone que la cadena de resonancias contin\u00faa. A las dos resonancias 3:2 les sigue otra resonancia 3:2 y luego dos resonancias 4:3. Si se compara el principio y el final de la cadena, esto significa que el planeta m\u00e1s exterior tarda el mismo tiempo en completar una \u00f3rbita que el m\u00e1s interior seis \u00f3rbitas, es decir, 54,8 d\u00edas.<\/p>\n
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\n Las \u00f3rbitas de los seis planetas tienen una relaci\u00f3n integral entre s\u00ed. \n <\/h3>\n
Representaci\u00f3n esquem\u00e1tica de los planetas que orbitan alrededor de la estrella HD110067.\n <\/p>\n
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Un sistema planetario que es viejo pero parece nuevo<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Estas resonancias orbitales suelen ser muy fr\u00e1giles, explica el cient\u00edfico planetario Yann Alibert de la Universidad de Berna, que particip\u00f3 en el estudio de HD110067. Por lo general, los planetas grandes, las estrellas que pasan o las colisiones planetarias provocaban que las \u00f3rbitas planetarias perdieran la resonancia. Este no es el caso del HD110067. Puedes ver el sistema planetario tal como se ve\u00eda poco despu\u00e9s de su formaci\u00f3n hace mil millones de a\u00f1os. Su desarrollo estuvo esencialmente congelado en una etapa temprana.<\/p>\n
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Alibert supone que HD110067 podr\u00eda convertirse en una especie de Piedra Rosetta para comprender mejor los procesos de formaci\u00f3n de planetas. Para ello son necesarias m\u00e1s investigaciones. Los investigadores quieren, por ejemplo, utilizar el telescopio Keops para examinar la alineaci\u00f3n exacta de las seis \u00f3rbitas planetarias entre s\u00ed. Esto permite sacar conclusiones sobre el disco protoplanetario en el que se formaron los planetas, afirma Alibert.<\/p>\n
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