{"id":908116,"date":"2023-12-01T06:17:50","date_gmt":"2023-12-01T06:17:50","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/el-eco-de-los-dias-del-39-la-espana-de-jen-silverman\/"},"modified":"2023-12-01T06:17:55","modified_gmt":"2023-12-01T06:17:55","slug":"el-eco-de-los-dias-del-39-la-espana-de-jen-silverman","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/el-eco-de-los-dias-del-39-la-espana-de-jen-silverman\/","title":{"rendered":"El eco de los d\u00edas del 39: la Espa\u00f1a de Jen Silverman"},"content":{"rendered":"


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Jen Silverman est\u00e1 preocupada por el arte. Su nueva obra inteligente e inc\u00f3moda, Espa\u00f1a<\/em>, los encuentra precariamente encaramados en el centro de un balanc\u00edn intelectual, arrojando piedras te\u00f3ricas en cubos te\u00f3ricos en cada extremo. Por un lado, como uno de Espa\u00f1a<\/em>Los personajes dicen: \u00abEl arte es un lujo\u00bb. O peor, para citar a otro personaje: \u00abEl arte est\u00e1 muerto\u00bb. Al otro lado del balanc\u00edn: el poder. Quiz\u00e1s el arte (o, al menos, la pr\u00e1ctica de crear ficciones) no est\u00e9 del todo muerto sino v\u00edvidamente potente. \u201cEs como la neurocirug\u00eda. \u00bfNo es as\u00ed? dice un tercer personaje. \u201cEntras en el cerebro de alguien, exploras y cambias las conexiones… y luego las cambias. \u00bfY tal vez? Les salvas la vida\u201d. O, para lanzar esa moneda a su lado mucho m\u00e1s insidioso: \u201cLa gente cree que tiene sus propias ideas… Pero, \u00bfy si dijera que los pensamientos que tienes se est\u00e1n formando, moldeando, dise\u00f1ando para cumplir con un conjunto de especificaciones, y luego servido<\/em> A usted. tu no lo eres teniendo<\/em> un pensamiento, eres recepci\u00f3n<\/em> la idea de que alguien m\u00e1s cre\u00f3 para ti\u201d.<\/p>\n

Para Silverman, no hay una l\u00ednea muy fina entre la \u201ccirug\u00eda cerebral radical\u201d que salva vidas en el arte y el lavado de cerebro de la desinformaci\u00f3n, sino que hay una vasta y brumosa tierra de nadie, plagada de minas sin explotar. Esa peligrosa zona gris es donde Espa\u00f1a<\/em> tiene lugar, sus personajes se abren camino a tientas a trav\u00e9s de la oscuridad con br\u00fajulas morales rotas, tratando de mantener la posesi\u00f3n de todos sus miembros. La obra se basa en hechos reales: en 1936, el cineasta holand\u00e9s Joris Ivens (aqu\u00ed interpretado con energ\u00eda urbana de chico de oro por Andrew Burnap) hizo un documental sobre la Guerra Civil espa\u00f1ola, que estaba en pleno apogeo. Los novelistas John Dos Passos y Ernest Hemingway ayudaron a elaborarlo. Marc Blitzstein escribi\u00f3 la m\u00fasica; Orson Welles grab\u00f3 la narraci\u00f3n original; Los Roosevelt organizaron una proyecci\u00f3n de la pel\u00edcula en la Casa Blanca antes de su estreno en 1937. Y todo era propaganda antifascista financiada por el gobierno sovi\u00e9tico, que ten\u00eda un importante punto de apoyo en el r\u00e9gimen \u00abrevolucionario\u00bb de Espa\u00f1a.<\/p>\n

Todo eso es cierto, y es s\u00f3lo una piedra en el cubo. El Kremlin de Stalin, a trav\u00e9s de la influencia global de la Comintern, financi\u00f3 una barcada<\/em> de la cultura americana. (Porque lo que todav\u00eda es cierto ahora tambi\u00e9n lo era entonces: Estados Unidos favorece el cubo n\u00famero uno: \u201cEl arte es un lujo y s\u00f3lo importa en la medida en que podamos venderlo\u201d, mientras que Rusia opta por el cubo n\u00famero dos: \u201cEl arte es inmensamente poderoso y, por lo tanto, como cualquier arma, debe ser controlada meticulosamente y desplegada sin piedad\u201d). Fundamentalmente, el Komintern patrocin\u00f3 el Frente Popular, una coalici\u00f3n grande y diversa de artistas estadounidenses progresistas, desde John Steinbeck y Dorothea Lange hasta Lillian Hellman, Yip Harburg (que escribi\u00f3 las letras a \u201cHermano, \u00bfpuedes ahorrar una moneda de diez centavos?\u201d y \u201cEn alg\u00fan lugar sobre el arco iris\u201d) y a Hemingway. Esta mezcla compleja, posiblemente horriblemente comprometida, de ideales reales (sociales y art\u00edsticos) con complicidad en un sistema de autoritarismo m\u00e1s amplio y sin conciencia es lo que interesa a Silverman. y eso es<\/em> \u00a1interesante! Entonces \u00bfpor qu\u00e9 Espa\u00f1a<\/em>que manipula material tan explosivo, \u00bfa menudo siente que arriesga tan poco?<\/p>\n

En parte, es una cuesti\u00f3n de textura. Tanto el gui\u00f3n de Silverman como la direcci\u00f3n de Tyne Rafaeli son h\u00e1biles y conocedores. Rafaeli riffs en todos nuestros negro-<\/em>expectativas est\u00e9ticas bajas: los rostros est\u00e1n ensombrecidos por amplios sombreros de fieltro; paneles ocultos se abren en las imponentes paredes negras del set de Dane Laffrey para revelar un tel\u00e9fono rojo o una figura envuelta en un abrigo recortada en la neblina; la m\u00fasica original de Daniel Kluger es llena de humo y amenazadora; y, haciendo el mayor trabajo de todo, las luces de Jen Schreiver atraviesan la penumbra en \u00e1ngulos pronunciados, cortando el escenario en tri\u00e1ngulos agudos y piscinas aisladas al estilo Fritz Lang. Mientras tanto, los personajes de Silverman tienden a hablar con bromas alegres e identificables: la tendencia actual en las obras contempor\u00e1neas establecida en el pasado: todos usan ropa divertida, ya sean enaguas o pantalones de cintura alta, pero suena como Netflix. Aqu\u00ed est\u00e1 John Dos Passos, o \u201cDos\u201d (un simp\u00e1tico Eric Lochtefeld con gafas), describiendo a su mejor amigo, que es la oveja negra liberal de una familia aristocr\u00e1tica espa\u00f1ola:<\/p>\n

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Soy como:<\/em><\/p>\n

Pepe, eres due\u00f1o de cincuenta millones de acres y como un<\/em><\/p>\n

haciendab\u00e1sicamente<\/em><\/p>\n

o tu familia lo hace, lo que sea,<\/em><\/p>\n

\u00bfQu\u00e9 haces buscando un puesto permanente en Johns Hopkins?<\/em><\/p>\n

Pero \u00e9l es un idealista total.<\/em><\/p>\n

\u00e9l dice: Mi familia es conservadora, nunca aceptar\u00e9 su dinero de sangre<\/em><\/p>\n

y yo soy como<\/em><\/p>\n

\u201c\u00a1Est\u00e1 bien, Pepe!\u201d<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n

Si bien esta lengua vern\u00e1cula de \u00abme gusta\u00bb y \u00ablo que sea\u00bb puede ser divertida, tambi\u00e9n tiene una ligereza posmoderna que, junto con el dise\u00f1o limpio y astuto de g\u00e9nero de la producci\u00f3n, nos permite relajarnos en una distancia ir\u00f3nica. Nosotros conseguir<\/em> el idioma de la misma manera que nosotros conseguir<\/em> la est\u00e9tica. Ante este alejamiento podemos re\u00edrnos y decir \u201cHmm\u201d o \u201cHuh\u201d, pero en realidad no podemos sentirnos heridos o asombrados. La obra quiere plantear grandes y desgarradoras preguntas sobre los fines para los que se emplean el arte y los artistas, pero tampoco puede renunciar a su propio barniz de discreta frialdad, y nunca llega a serlo, en palabras del director ruso de Joris. -El encargado de la polic\u00eda secreta, Karl (el inminente bar\u00edtono bajo Zachary James), mientras describe el tipo de pel\u00edcula que Joris deber\u00eda hacer: \u201cMuy conmovedora, visceral y conmovedora\u201d.<\/p>\n

Incluso cuando Silverman apuesta por la sinceridad, parece como si estuvieran ocultando algo. Se vuelven m\u00e1s sombr\u00edos, m\u00e1s prolijos, pero no m\u00e1s expuestos. Escriben alrededor<\/em> el acantilado en lugar de saltar desde \u00e9l. Es una pena, porque en el coraz\u00f3n del espect\u00e1culo hay un actor que siempre est\u00e1 dispuesto a dar el paso. Marin Ireland interpreta a Helen, la colaboradora, productora y \u00abnovia asignada\u00bb de Joris. (Est\u00e1 basada libremente en la editora de la vida real de Ivens, Helen van Dongen, aunque se han utilizado muchas cosas con fines dram\u00e1ticos). Al igual que Joris, Helen trabaja directamente para los sovi\u00e9ticos, pero a diferencia de \u00e9l, ha sido aislada del prop\u00f3sito y la pasi\u00f3n de su vida. Tambi\u00e9n es cineasta (Joris llama a su trabajo \u201cdemasiado experimental\u201d), pero ahora \u201cJoris hace pel\u00edculas y [she shows] hasta fiestas en su brazo\u201d. El viaje de Helen desde un cinismo duro, supuestamente apol\u00edtico, del tipo \u00abhaz el trabajo que puedas conseguir y te pagar\u00e1n\u00bb, hasta una crisis \u00e9tica devastadora es el hilo conductor de Espa\u00f1a.<\/em> Su tormento por aquello de lo que es c\u00f3mplice, para seguir \u201csiendo una artista<\/em>\u201d, deber\u00eda ser suficiente para dejarla a ella y a nosotros destrozados. Pero de alguna manera, a pesar del gran don de Irlanda para la intensidad bruta, todos permanecemos pr\u00e1cticamente intactos. Ella empuja y la obra retrocede.<\/p>\n

Como un Ernest Hemingway brusco, algo tonto pero internamente torturado, Danny Wolohan tambi\u00e9n busca grietas en Espa\u00f1a<\/em>La fachada. (Sabemos que est\u00e1 torturado porque \u00e9l nos dice que as\u00ed es). La obra alterna entre duetos o escenas de conjunto de tensi\u00f3n creciente, mientras Joris, Helen, Dos y Ernest luchan para darle vida a su pel\u00edcula mientras lidian con la presencia cada vez m\u00e1s imperceptible de el elefante ruso en la habitaci\u00f3n y soliloquios sobre el cruce de la cuarta pared. Cada uno, a su manera, consigue uno de estos solos, incluso KGB-Karl, y es en ellos donde Silverman realiza una especie de striptease de sinceridad. Se vuelven m\u00e1s po\u00e9ticos, aparentemente m\u00e1s profundos: se siente como si algo estuviera a punto de revelarse, pero la prenda nunca se desliza por completo.<\/p>\n

Hablando por un viejo micr\u00f3fono, con su voz cercana y \u00e1spera en nuestros o\u00eddos, Hemingway de Wolohan nos cuenta una historia: conoci\u00f3 a una mujer espa\u00f1ola en un bar, ella lo mir\u00f3 a los ojos y cant\u00f3 una canci\u00f3n antigua y extra\u00f1a, y, mientras estaba cant\u00e1ndola, ella se desliz\u00f3 dentro de su cabeza. \u00abPude sentir<\/em> ella\u201d, insiste, habiendo desaparecido todo el machismo cultivado, \u201cella estaba mirando desde mis ojos\u2026 y yo era ella, y tambi\u00e9n yo, todav\u00eda, pero tambi\u00e9n\u2026 ella. Y luego ella mir\u00f3 a m\u00ed <\/em>\u2026 Me mir\u00e9 a la cara con nuestros ojos compartidos y vi cosas que me sacudieron, me sacudieron hasta lo m\u00e1s profundo\u2026 sierra<\/em> de manera diferente y as\u00ed, durante un breve interludio, me volv\u00ed diferente\u201d.<\/p>\n

En realidad, no necesitamos que Ernest contin\u00fae con todo esto con la conclusi\u00f3n expl\u00edcita de que el arte es una \u201ccirug\u00eda cerebral radical\u201d, pero Silverman se inclina por hacer que los polos de su propia lucha sean bastante contundentes, lo que significa que Espa\u00f1a<\/em> A menudo es inteligente sin llegar a ser elegante. (Hay un giro de \u00faltima hora en la acci\u00f3n que se siente especialmente como el remate exagerado de un chiste que ya entendimos). \u201cY, sin embargo, a altas horas de la noche, todas las noches\u201d, dice Helen, \u201cme pregunto: \u00bfSe puede contar una historia falsa? \u00bfTan bueno que hace algo cierto? \u00bfO simplemente estamos diciendo mentiras\u2026? La raz\u00f3n por la que las arias de convicci\u00f3n vacilante y duda de los personajes finalmente no atraviesan nuestros esternones, a pesar de las habilidades emocionales de los actores, es que no se muestra ninguna vulnerabilidad real en la escritura. Es un arte sin agallas. Adem\u00e1s, el binario que atormenta a los personajes de Silverman es falso: \u00bfEs el arte completamente sin sentido, in\u00fatil, fr\u00edvolo, impotente? (Y, por extensi\u00f3n, soy <\/em>I \u00bftodas estas cosas?<\/em>) \u00bfO es el mayor\u00eda<\/em> poderoso\u2014el solo<\/em> lo que importa, el solo<\/em> algo que perdura, y posiblemente por todas las razones equivocadas?<\/p>\n

La respuesta no es satisfactoriamente dram\u00e1tica. No es ninguna de las dos cosas. Son ambos. Es algo completamente distinto. No se trata s\u00f3lo de poder. Y en realidad nunca se trata de t\u00fa<\/em>. la escritura de Las uvas de ira<\/em> fue financiado en parte por un gobierno que estaba cavando fosas comunes y desapareciendo a miles de personas. Los teatros que se dedican a los ideales m\u00e1s progresistas encargan el 90 por ciento de sus materiales a Amazon, tiran decorados de 100.000 d\u00f3lares directamente al contenedor de basura despu\u00e9s de cerrar y todav\u00eda no saben c\u00f3mo pagarle a la gente un salario digno. Nadie ir\u00e1 al Buen Lugar. Como dijo James Baldwin: \u201cUna vez que uno ha comenzado a sospechar tanto sobre el mundo \u2013una vez que uno ha comenzado a sospechar, es decir, que uno no es, y nunca ser\u00e1, inocente, por el hecho de que nadie lo es\u2013, algunos de los velos autoprotectores entre uno mismo y la realidad comienzan a caer\u201d. Para un artista, el autorreproche y el engrandecimiento pueden ser dos caras del mismo espejo. Ambas son, en \u00faltima instancia, formas de autoprotecci\u00f3n.<\/p>\n

Espa\u00f1a estar\u00e1 en el Teatro Tony Kiser de Second Stage hasta el 17 de diciembre.<\/em><\/p>\n<\/p><\/div>\n


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