{"id":913880,"date":"2023-12-05T09:06:42","date_gmt":"2023-12-05T09:06:42","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/resena-de-wonka-timothee-chalamet-es-un-dulce-hombre-que-canta-y-baila\/"},"modified":"2023-12-05T09:06:47","modified_gmt":"2023-12-05T09:06:47","slug":"resena-de-wonka-timothee-chalamet-es-un-dulce-hombre-que-canta-y-baila","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/resena-de-wonka-timothee-chalamet-es-un-dulce-hombre-que-canta-y-baila\/","title":{"rendered":"Rese\u00f1a de Wonka: Timoth\u00e9e Chalamet es un dulce hombre que canta y baila"},"content":{"rendered":"


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Con una inmediatamente congraciadora canci\u00f3n \u201cI Want\u201d sobre sus esperanzas (y sus fondos cada vez m\u00e1s menguantes), Willy no logra salir de los primeros 10 minutos con un centavo a su nombre. Sin embargo, no se da cuenta de que estaba destinado a fracasar porque los mayores chocolateros de esta antigua ciudad, el respetado Sr. Prodnose (Matt Lucas), el Sr. Fickelgruber (Matthew Baynton) y, por supuesto, el Sr. Slugworth (Paterson Joseph), han entrado en el negocio. se convierte en un \u00abc\u00e1rtel del chocolate\u00bb secreto y no permitir\u00e1 que nadie m\u00e1s tenga \u00e9xito, incluso si eso significa fingir que no queda impresionado cuando el chocolate de Willy hace volar a los clientes.<\/p>\n

Condenado al ostracismo por sus deseados compa\u00f1eros y acosado por su corrupto jefe de polic\u00eda faldero (Keegan-Michael Key como un polic\u00eda sobornado con dulces), Willy lucha por llegar a fin de mes. Esto se convierte en un problema fatal cuando conoce a la Sra. Scrubbit (Olivia Colman), una casera que usa sus contratos de pensi\u00f3n para atrapar a los visitantes en servidumbre por contrato. Esclavizado junto a una prole ecl\u00e9ctica de personajes secundarios, el m\u00e1s importante de los cuales es una ni\u00f1a llamada Noodle (Calah Lane), a Willy solo le queda un camino a seguir: hacer chocolate, por supuesto, y usar esa delicia para comprar su libertad.<\/p>\n

Hay mucha trama en Wonka<\/em><\/strong>, gran parte de ella dise\u00f1ada a la inversa por los guionistas King y Simon Farnaby para aparentemente justificar contar una precuela de la historia infantil bastante perfecta de Roald Dahl. Sin embargo, centrarse en eso es perderse en Wonka<\/em><\/strong>Los sabores m\u00e1s d\u00e9biles y, afortunadamente, m\u00e1s pasados \u200b\u200bpor alto. Otros puntos amargos incluyen una trama secundaria bastante extra\u00f1a sobre Willy Wonka que no puede leer cuando era adulto y que huele a una nota de estudio podrida. Un cl\u00edmax bastante casual dentro de la guarida secreta del c\u00e1rtel del chocolate tambi\u00e9n parece el tipo de concesi\u00f3n comercial que har\u00eda estremecer a Willy, de mediana edad.<\/p>\n

Sin embargo, no es ah\u00ed donde reside el coraz\u00f3n de King, ni tampoco el regusto que deja la pel\u00edcula en el camino a casa. Seguir siendo en gran medida el cineasta que cre\u00f3 lo pr\u00e1cticamente perfecto Paddington 2<\/em><\/strong>en la que Farnaby tambi\u00e9n fue coguionista, King aporta el mismo tipo de calidez y el ir\u00f3nico sentido del humor brit\u00e1nico a Wonka<\/em><\/strong>. Como esa pel\u00edcula sobre las desventuras de un osito de peluche bien intencionado, Wonka<\/em><\/strong> reimagina al distante hechicero de los dulces de Dahl y Wilder como un Henry Hill que canta y baila, sin la astucia. Wily de Chalamet llega a la ciudad para vender chocolate y resulta que hace que la vida de cada persona amable que conoce sea claramente mejor en el camino.<\/p>\n

No es particularmente profundo, pero como un su\u00e9ter navide\u00f1o de gran tama\u00f1o, tiene un ajuste c\u00f3modo que se ve enormemente ayudado por la actuaci\u00f3n cinematogr\u00e1fica m\u00e1s teatral de Chalamet hasta la fecha. Si bien no es el mejor cantante ni el mejor bailar\u00edn, Chalamet resulta ser un fant\u00e1stico showman en todos los aspectos, reimaginando a Wonka como un exc\u00e9ntrico maestro de ceremonias cuya felicidad es contagiosa, incluso cuando nadie puede identificar de qu\u00e9 se trata este tipo. Es una especie de flautista de Hamel\u00edn que dirige un elenco repleto de actores brit\u00e1nicos y estadounidenses hacia la tierra prometida m\u00e1s sabrosa. Entre ellos se encuentra la siempre sublime Colman, que logra hacer su propio riff de la Sra. Lovett de Sweeney Todd<\/em><\/strong>. Mientras tanto, el f\u00e1cilmente corruptible agente de la ley de Key, inexplicablemente, tiene un acento de Brooklyn m\u00e1s marcado que la creciente cintura de su personaje. No tiene sentido para una historia ambientada vagamente en la Alemania de principios del siglo XX (o sus alrededores), y no importa un comino. Es una ofensiva de encanto que te sientes obligado a disfrutar, especialmente despu\u00e9s de ver esos decorados dise\u00f1ados por Nathan Crowley.<\/p>\n

Por supuesto, el jugador que m\u00e1s intrigar\u00e1 a la gente es Hugh Grant como Oompa Loompa. Es un casting de acrobacias descarado: superfluo y t\u00e9cnicamente no necesario. Pero lo mismo podr\u00eda decirse del chocolate en general, a menos que los sabores realmente se mezclen en algo especial, y la sequedad de Grant contin\u00faa emparejando marcadamente con King despu\u00e9s del trabajo de la pareja en Paddington 2<\/strong><\/em>. \u00bfQui\u00e9n hubiera imaginado que los Oompa Loompas podr\u00edan ser unos peque\u00f1os tan divertidos y elegantes?<\/p>\n<\/p><\/div>\n


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