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\u00bfCu\u00e1les son las consecuencias de esta aceleraci\u00f3n en el sabor de los vinos?<\/strong><\/p>\n La vid es como la buena cocina: necesita una cocci\u00f3n suave y lenta. Si pones el horno al m\u00e1ximo, se cocinar\u00e1 m\u00e1s r\u00e1pido, pero nunca tendr\u00e1s la cocci\u00f3n esperada. Sin embargo, lo que marca el equilibrio de un vino blanco son sus aromas, su redondez, su acidez, su frescura. Si esperamos demasiado antes de la vendimia, no habr\u00e1 m\u00e1s acidez en las uvas, demasiado az\u00facar y, por lo tanto, demasiado alcohol. Esto dar\u00e1 un vino desequilibrado. El fen\u00f3meno es el mismo para el vino tinto, con un sabor m\u00e1s cocinado que carecer\u00e1 de acidez.<\/p>\n Sobre todo porque la sequ\u00eda no deber\u00eda ayudar…<\/strong><\/p>\n Absolutamente. En Francia, los vinos de denominaci\u00f3n de origen no tienen derecho a riego, por lo que sus ra\u00edces se hunden profundamente en la tierra para recuperar frescura. Pero cuando hay demasiada sequ\u00eda, como en la actualidad, las vi\u00f1as sufren, lo que provoca estr\u00e9s h\u00eddrico: se obstruyen. La uva ya no se desarrolla para llegar a la madurez, las hojas se secan, y esto se traduce en una producci\u00f3n mucho menor.<\/p>\n<\/div>\n