\n<\/aside>\nRara vez hay tiempo para escribir sobre todas las historias cient\u00edficas interesantes que se nos presentan. Por eso, este a\u00f1o, una vez m\u00e1s publicamos una serie especial de publicaciones sobre Doce d\u00edas de Navidad, destacando una historia cient\u00edfica que pas\u00f3 desapercibida en 2023, cada d\u00eda desde el 25 de diciembre hasta el 5 de enero. Hoy: una nueva investigaci\u00f3n muestra que es incre\u00edblemente f\u00e1cil gente que mira a otros agitar cajas para saber qu\u00e9 est\u00e1n haciendo.<\/p>\n
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El d\u00eda de Navidad es un momento para abrir regalos y finalmente poner fin al suspenso de lo que uno recibir\u00e1 este a\u00f1o, pero es probable que algunos de nosotros ya hayamos adivinado lo que hay debajo del envoltorio, tal vez agitando estrat\u00e9gicamente las cajas en busca de pistas sobre su contenido. Seg\u00fan un art\u00edculo de noviembre publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, si alguien te viera agitando un regalo envuelto, podr\u00eda decir a partir de esos movimientos lo que intentabas aprender al hacerlo.<\/p>\n
\u00abHay pocas cosas m\u00e1s placenteras que ver c\u00f3mo se iluminan los ojos de un ni\u00f1o cuando toma un regalo y se pregunta qu\u00e9 habr\u00e1 dentro\u00bb, dijo el coautor Chaz Firestone de la Universidad Johns Hopkins, quien estudia c\u00f3mo interact\u00faan la visi\u00f3n y el pensamiento. \u201cLo que nuestro trabajo muestra es que la mente es capaz de rastrear la informaci\u00f3n que busca. As\u00ed como podr\u00edan saber qu\u00e9 hay dentro de la caja al agitarla, t\u00fa<\/em> \u00abPuedo decir lo que est\u00e1n tratando de descubrir cuando lo sacuden\u00bb. Los regalos de Navidad son \u00abel ejemplo perfecto de nuestro experimento en la vida real\u00bb.<\/p>\nSeg\u00fan Firestone et al., existe una gran cantidad de literatura cient\u00edfica dedicada a estudiar c\u00f3mo las personas representan e interpretan acciones b\u00e1sicas como caminar, alcanzar, levantar objetos, comer, perseguir o seguir. Es una habilidad vital que nos ayuda a anticipar el comportamiento de los dem\u00e1s. Todos estos son ejemplos de acciones pragm\u00e1ticas con un objetivo espec\u00edfico, ya sea recuperar un objeto o moverse de un lugar a otro. Otros tipos de acciones pueden estar orientadas a la comunicaci\u00f3n, como saludar, se\u00f1alar o asumir una postura agresiva (o amistosa).<\/p>\n
El estudio de JHU se centr\u00f3 en las llamadas acciones \u00abepist\u00e9micas\u00bb, en las que se busca informaci\u00f3n: sumergir el dedo del pie en la ba\u00f1era para ver qu\u00e9 tan caliente est\u00e1, por ejemplo, probar una puerta para ver si est\u00e1 cerrada con llave o agitar una caja envuelta. para obtener informaci\u00f3n sobre lo que podr\u00eda haber dentro, como un ni\u00f1o que intenta adivinar si un regalo de Navidad envuelto contiene bloques de Lego o un osito de peluche. \u00abLas acciones epist\u00e9micas impregnan nuestras vidas, y reconocerlas tambi\u00e9n\u00bb, escribieron los autores, citando la capacidad de saber que un visitante \u00abdeambulante\u00bb del campus necesita direcciones, o que alguien rebuscando en cajones poco profundos probablemente est\u00e9 buscando llaves u objetos peque\u00f1os similares. .<\/p>\n\n Anuncio <\/span> <\/p>\n<\/aside>\n\n