{"id":945620,"date":"2023-12-30T04:19:55","date_gmt":"2023-12-30T04:19:55","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/jurg-randegger-tenia-la-precision-de-un-loriot-y-a-sus-mas-de-80-anos-todavia-dio-forma-a-cuatro-proyectos-escenicos\/"},"modified":"2023-12-30T04:19:58","modified_gmt":"2023-12-30T04:19:58","slug":"jurg-randegger-tenia-la-precision-de-un-loriot-y-a-sus-mas-de-80-anos-todavia-dio-forma-a-cuatro-proyectos-escenicos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/jurg-randegger-tenia-la-precision-de-un-loriot-y-a-sus-mas-de-80-anos-todavia-dio-forma-a-cuatro-proyectos-escenicos\/","title":{"rendered":"J\u00fcrg Randegger ten\u00eda la precisi\u00f3n de un Loriot y a sus m\u00e1s de 80 a\u00f1os todav\u00eda dio forma a cuatro proyectos esc\u00e9nicos"},"content":{"rendered":"


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Un obituario personal para un gran compa\u00f1ero de escenario.<\/p>\n

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\u201cPronto nos haremos viejos\u201d: J\u00fcrg Randegger muri\u00f3 a la edad de 88 a\u00f1os.<\/h2>\n

Manuela Jans-Koch \/ LZM<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Poco antes de su muerte, el 19 de diciembre, J\u00fcrg Randegger me escribi\u00f3 una carta inform\u00e1ndome que estas eran sus \u00faltimas l\u00edneas. Sab\u00eda que quer\u00eda ir. Y, h\u00e1bilmente, se mostr\u00f3 molesto porque las organizaciones de eutanasia no estuvieron trabajando durante la Navidad.<\/p>\n

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Unos meses antes, en verano, J\u00fcrg, de 88 a\u00f1os, estuvo junto a nosotros en el escenario de la Trittligasse en el \u201cZ\u00fcrcher Balladen\u201d. Y esto ya est\u00e1 en la tercera edici\u00f3n. En 2017 bail\u00f3 y cant\u00f3 con Heidi Diggelmann en la primera edici\u00f3n. Tres a\u00f1os m\u00e1s tarde s\u00f3lo quer\u00eda un papel de invitado. Y en 2023 se limit\u00f3 a \u201cperturbar\u201d brevemente lo que suced\u00eda en el escenario siendo un \u201cviejo\u201d, como dec\u00eda su personaje en la obra. Las \u00faltimas l\u00edneas de su verso de \u201c1968\u201d (el n\u00famero lo hab\u00eda escrito cuando era joven para el Cabaret Rotstift) me resultaban especialmente queridas todas las noches:<\/p>\n

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Estoy cerca de perder una hora.<\/em>
Y cada vez que se encuentra,<\/em>
Entonces lo vi <\/em>
Y finalmente ves:<\/em>
No hay necesidad de cambiar nada.<\/em>
Qu\u00e9 est\u00e1 bien, as\u00ed es.<\/em><\/p>\n

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De forma sutil y discreta hemos acompa\u00f1ado las l\u00edneas con m\u00fasica de Paul Burkhard de \u201cSchwarzer Hecht\u201d: \u201cUf once we get old\u201d. La intenci\u00f3n con la que lo interpret\u00f3 me hizo consciente de que ser\u00eda su \u00faltima actuaci\u00f3n. En la siguiente escena, un grupo de ni\u00f1os subi\u00f3 corriendo al escenario: los llam\u00e1bamos los \u201cnietos de Schlieremer\u201d que quer\u00edan interpretar una canci\u00f3n del \u201cSchlieremer Chind\u201d. Una escena m\u00e1gica, conmovedora y absurda surgi\u00f3 entre el abuelo Randegger y los ni\u00f1os, quienes juntos cantaron dos canciones que, desde la perspectiva actual, probablemente sean pol\u00edticamente incorrectas, \u201cDe Flickli\u201d y \u201cMi nombre se llama Giorgio\u201d.<\/p>\n

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J\u00fcrg y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo, yo a \u00e9l desde hace casi toda la vida, \u00e9l a m\u00ed desde hace media vida. Cuando era adolescente organizaba conciertos de jazz en las afueras de Zurich Witikon, y J\u00fcrg Randegger ven\u00eda en coche desde el cercano R\u00f6merhof para escucharlos. Incluso m\u00e1s tarde asisti\u00f3 a cada uno de mis estrenos, que yo recuerde. Y, siendo el maestro que era, calific\u00f3 cada uno de mis programas.<\/p>\n

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En 2014 le ped\u00ed en una carta que por favor considerara si le gustar\u00eda protagonizar alguna especie de reposici\u00f3n de Cabaret con l\u00e1piz rojo. En realidad, me dijo m\u00e1s tarde, quer\u00eda cancelar. Realmente no ten\u00eda ganas de comer bolas de naftalina. Pero luego, por cortes\u00eda, ley\u00f3 la obra que nuestro autor Michi R\u00fcegg hab\u00eda escrito para \u201cRotstift Reloaded\u201d.<\/p>\n

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Y J\u00fcrg cambi\u00f3 de opini\u00f3n al ver mucho humo de cigarro en la cocina de nuestra oficina en el casco antiguo de Z\u00farich. Porque no fue nostalgia, sino algo nuevo, con muchas citas y alusiones al material de entonces, pero con las canciones originales de Cabaret Rotstift. (Curiosamente, la mayor\u00eda de la gente recuerda los n\u00fameros hablados y s\u00f3lo unos pocos recuerdan las canciones del tr\u00edo). En total, siguieron alrededor de 75 actuaciones, incluida la gira.<\/p>\n

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J\u00fcrg Randegger se divirti\u00f3 interpretando una versi\u00f3n de s\u00ed mismo en el escenario. El Randegger de la obra iba a ser honrado en el valle de Limmat con una rotonda que lleva el nombre del Cabaret Rotstift. Como en la vida real, en el escenario Randegger se sent\u00eda inc\u00f3modo con demasiada fama. As\u00ed que se interpret\u00f3 a s\u00ed mismo como un anciano tambaleante. Lo hizo de manera tan maravillosa que algunos espectadores se quejaron de que se presentara de manera tan irrespetuosa a un caballero que evidentemente ya estaba loco.<\/p>\n

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J\u00fcrg disfrut\u00f3 su papel en la obra. Y el entonces de 80 a\u00f1os nos mostr\u00f3 a los \u201cmuchachos\u201d cu\u00e1l era la \u00e9tica del trabajo. En lugar de venir a tomar una copa de vino despu\u00e9s de los ensayos, se fue a casa y practic\u00f3 sus l\u00edneas. J\u00fcrg ten\u00eda la precisi\u00f3n de un Loriot. Sab\u00eda que un remate pod\u00eda salir mal f\u00e1cilmente si lo dec\u00edas descuidadamente.<\/p>\n

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Tambi\u00e9n culpo a J\u00fcrg por el hecho de que incluso abordamos el \u201cTrittligass\u201d despu\u00e9s de \u201cRotstift Reloaded\u201d. Sab\u00eda c\u00f3mo provocarme: quej\u00e1ndose de que algo como las \u201cBaladas de Zurich\u201d de los a\u00f1os 60 ya no se pod\u00eda hacer hoy \u2013y con esta administraci\u00f3n municipal\u2013 en medio de Dorfli. Me estaba desafiando con esto y lo sab\u00eda.<\/p>\n

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Los suizos hasta cierta generaci\u00f3n conocen a J\u00fcrg Randegger principalmente por sus bocetos a l\u00e1piz rojo o sus innumerables retransmisiones de Jass. Tuve el privilegio de conocerlo no s\u00f3lo como vecino y amigo, sino tambi\u00e9n como un gran compa\u00f1ero de escenario durante su \u00faltima d\u00e9cada.<\/p>\n

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Y s\u00ed, se puede saber mucho sobre las d\u00e9cadas en las que form\u00f3 parte del cabaret m\u00e1s popular de Suiza o aparec\u00eda en todas las cajas parpadeantes de la televisi\u00f3n en color suiza. Pero lo verdaderamente destacable es que, a la edad de 80 a\u00f1os, J\u00fcrg Randegger decidi\u00f3 una vez m\u00e1s salir de su retiro y dejar su huella en nada menos que cuatro producciones teatrales. Me quito el sombrero ante eso.<\/p>\n

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En lo que a m\u00ed respecta, J\u00fcrg merece un funeral de Estado. Pero le conviene que prefiera salir del escenario en completo silencio. Ahora probablemente est\u00e9 a las puertas del cielo y grite: \u201c\u00a1Decisiones, colega, conclusiones!\u201d<\/p>\n

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\"La <\/div>
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La leyenda del Cabaret Rotstift J\u00fcrg Randegger junto con el autor del obituario en \u201cTrittligass\u201d 2023.<\/h2>\n

Privado<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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Christian Jott Jenny<\/strong> es un hombre de teatro y alcalde de St. Moritz. Apareci\u00f3 varias veces en el escenario con J\u00fcrg Randegger.<\/p>\n

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