El mercado de las gafas.<\/h2>\nImagen<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
El joven G\u00fcnther Fielmann realmente quer\u00eda ser fot\u00f3grafo. Pero su padre no pens\u00f3 que fuera una buena idea. El director superior de estudios pens\u00f3 que su hijo deber\u00eda hacer \u201calgo real\u201d y le propuso formarse como \u00f3ptico.<\/p>\n
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Nunca se sabr\u00e1 qu\u00e9 carrera habr\u00eda tenido Fielmann como fot\u00f3grafo. Sin embargo, sus logros en el negocio de las gafas son obvios. Lo que empez\u00f3 como una peque\u00f1a \u00f3ptica en Cuxhaven, en el norte de Alemania, es hoy un grupo activo a nivel internacional con m\u00e1s de 1.000 sucursales. Fielmann emplea a m\u00e1s de 23.000 personas y alcanza unas ventas anuales de m\u00e1s de 2.300 millones de euros.<\/p>\n
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G\u00fcnther Fielmann lo consigui\u00f3 principalmente por dos motivos: por un lado, quer\u00eda ofrecer a los clientes una gran selecci\u00f3n de gafas modernas y, por otro, a un precio asequible.<\/p>\n
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Fuera las batas blancas<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Mientras que las \u00f3pticas sol\u00edan ser algo as\u00ed como farmacias donde hombres con batas blancas sacaban las monturas del caj\u00f3n, Fielmann instal\u00f3 sus tiendas como boutiques donde los clientes pod\u00edan ver toda la selecci\u00f3n y probarse las gafas ellos mismos.<\/p>\n
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Su estrategia tuvo \u00e9xito, pero su publicidad con precios bajos llam\u00f3 la atenci\u00f3n de sus competidores, quienes lo acusaron de marketing agresivo y lo demandaron. Pero estos ataques realmente alimentaron la visi\u00f3n para los negocios de Fielmann. M\u00e1s tarde describir\u00eda esta fase como la \u201cchispa inicial de su \u00e9xito\u201d. En 1980, Fielmann ya contaba con m\u00e1s de 49 sucursales.<\/p>\n
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