{"id":954774,"date":"2024-01-07T04:22:57","date_gmt":"2024-01-07T04:22:57","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/se-revoca-la-licencia-de-conducir-de-una-mujer-sin-embargo-sigue-conduciendo-y-acaba-ante-los-tribunales\/"},"modified":"2024-01-07T04:23:00","modified_gmt":"2024-01-07T04:23:00","slug":"se-revoca-la-licencia-de-conducir-de-una-mujer-sin-embargo-sigue-conduciendo-y-acaba-ante-los-tribunales","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/se-revoca-la-licencia-de-conducir-de-una-mujer-sin-embargo-sigue-conduciendo-y-acaba-ante-los-tribunales\/","title":{"rendered":"Se revoca la licencia de conducir de una mujer. Sin embargo, sigue conduciendo y acaba ante los tribunales."},"content":{"rendered":"


\n<\/p>\n

<\/p>\n
\n
\n

La oficina de tr\u00e1fico exige que se someta a un reconocimiento m\u00e9dico. Pero la mujer ya no quiere ver a un psiquiatra.<\/p>\n

<\/div>\n<\/div>\n

<\/p>\n

\n
<\/div>
\n
\n

Desde el punto de vista penal, todo est\u00e1 muy claro: la pensionista del IV admite abiertamente que conduc\u00eda sin permiso de conducir.<\/h2>\n

Rampa Annick \/ NZZ<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

<\/p>\n

Una pensionista suiza IV de 55 a\u00f1os, que compareci\u00f3 sin abogado, explica a los tres jueces superiores por qu\u00e9 necesita urgentemente su coche y no puede coger el autob\u00fas:<\/p>\n

<\/p>\n

Cuando era ni\u00f1a, viajaba en un autob\u00fas que se incendi\u00f3 en la antigua Yugoslavia. La llevaron al hospital y desde entonces tiene asma. Tambi\u00e9n estaba en el autob\u00fas escolar secuestrado en Chowchilla, California, en 1976. Fue enterrada bajo tierra con otros ni\u00f1os secuestrados.<\/p>\n

<\/p>\n

Y tambi\u00e9n estaba en el autob\u00fas escolar secuestrado por terroristas en Yibuti en 1976. Vio fotograf\u00edas en Internet en las que se reconoc\u00eda. \u201cHoy eso siempre me causa problemas cuando me siento en el autob\u00fas\u201d, explica. Adem\u00e1s, tomar el autob\u00fas es demasiado caro \u201cy nunca llegas a donde quieres ir\u201d.<\/p>\n

<\/p>\n

A la mujer se le revoc\u00f3 la licencia de conducir como medida cautelar en 2016. Sin embargo, ella sigui\u00f3 conduciendo. En febrero de 2022, recibi\u00f3 una orden de sanci\u00f3n de la fiscal\u00eda de See-Oberland porque el 4 de febrero de 2022 condujo su coche hasta una oficina de correos. Como no era la primera vez, tuvo que pagar la multa de 45 d\u00edas de 30 francos cada uno, es decir 1.350 francos, m\u00e1s 800 francos de honorarios.<\/p>\n

<\/p>\n

\u00bfSe qued\u00f3 sordo en el tribunal superior?<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

Ella impugn\u00f3 la orden de sanci\u00f3n ante el tribunal de distrito de Hinwil. Este confirm\u00f3 la sentencia de julio de 2022, pero redujo la pena a 30 tarifas diarias de 30 francos cada una, es decir, 900 francos. Los honorarios ascend\u00edan ya a 2.500 francos. Ante el tribunal de distrito aleg\u00f3, entre otras cosas, que hab\u00eda actuado en estado de emergencia porque no pod\u00eda ir a comprar a pie por problemas de salud. <\/p>\n

<\/p>\n

Sin embargo, en la primera vista de apelaci\u00f3n ante el tribunal superior, ella se neg\u00f3 a cooperar y, en opini\u00f3n del tribunal, hizo o\u00eddos sordos. Sin embargo, bas\u00e1ndose en las preguntas del examen, los jueces superiores consideraron que esto era incre\u00edble. Se decidi\u00f3 que su conducta en la apelaci\u00f3n no merec\u00eda reparaci\u00f3n y, por lo tanto, se retir\u00f3 la apelaci\u00f3n. Esto le habr\u00eda ahorrado a la mujer muchos costes.<\/p>\n

<\/p>\n

Sin embargo, llev\u00f3 el caso a la corte federal. \u00c9ste inmediatamente lo remiti\u00f3 nuevamente al tribunal superior. El motivo: aunque exista la obligaci\u00f3n de cooperar en el proceso de apelaci\u00f3n, no existe base legal para aceptar una retirada. Por lo tanto el caso debe ser renegociado.<\/p>\n

<\/p>\n

Esto es lo que sucede ahora: al comienzo del juicio, la mujer explica que ahora tiene un aud\u00edfono y que ha asumido los gastos correspondientes. Sin embargo, afirma repetidamente que \u201cno entiende casi todo correctamente\u201d. \u201cResuena demasiado fuerte\u201d en la sala del tribunal. Esta es la tercera vez que comparece ante el tribunal, se queja. Podr\u00eda haberse acortado si la gente la hubiera escuchado atentamente desde el principio, afirma. <\/p>\n

<\/p>\n

Tambi\u00e9n le cont\u00f3 todo a un abogado durante 40 horas. Por ello le quit\u00f3 20.000 francos, pero al final los \u201cdesperdici\u00f3\u201d y no hizo nada. La mujer vive de IV y prestaciones complementarias y dice que tiene una deuda de 300.000 francos.<\/p>\n

<\/p>\n

En la direcci\u00f3n equivocada <\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

Desde el punto de vista criminal, todo est\u00e1 muy claro: ella admite abiertamente que conduc\u00eda sin permiso de conducir. Ella sab\u00eda que esto estaba prohibido. Sin embargo, desde hace a\u00f1os padece varios dolorosos problemas de salud que enumera. Necesita urgentemente una licencia de conducir. <\/p>\n

<\/p>\n

Los jueces superiores son muy pacientes y la escuchan con sensibilidad al principio. El presidente del tribunal le dej\u00f3 claro varias veces que simplemente se encontraba \u201cen la direcci\u00f3n equivocada\u201d con su solicitud. El tribunal superior no tiene autoridad para expedirle una nueva licencia de conducir. Para ello tendr\u00eda que ponerse en contacto con la oficina de tr\u00e1fico. <\/p>\n

<\/p>\n

La oficina de tr\u00e1fico exige que se someta a un reconocimiento m\u00e9dico. Pero la mujer se queja de que nunca m\u00e1s en su vida acudir\u00e1 a un psiquiatra. Se neg\u00f3 a someterse a los ex\u00e1menes m\u00e9dicos de tr\u00e1nsito que le hab\u00edan pedido. Quiere utilizar historias de su infancia para explicar a los jueces por qu\u00e9 no puede acudir a un psiquiatra. <\/p>\n

<\/p>\n

Pero en alg\u00fan momento el presidente del tribunal dice: \u201cAqu\u00ed no podemos escuchar toda la historia de su vida\u201d.<\/p>\n

<\/p>\n

El taqu\u00edgrafo judicial asume este trabajo durante el descanso. Ella dice que descubri\u00f3 que en realidad era Conor Clapton. Se cay\u00f3 del piso 39 de un edificio de gran altura en Nueva York. Aunque la gente sigue diciendo que era el piso 53, ella est\u00e1 segura de que era el piso 39. Ella sobrevivi\u00f3. Al parecer, Eric Clapton la dio en adopci\u00f3n en Suiza. <\/p>\n

<\/p>\n

Recuerdos inquietantes de la infancia.<\/span><\/h2>\n

<\/p>\n

Vivi\u00f3 en una casa en Irlanda hasta los dos a\u00f1os y medio y sufri\u00f3 abusos. Cuando ten\u00eda tres a\u00f1os y medio vivi\u00f3 en Brasil y all\u00ed fue abusada. Posteriormente hubo varias estaciones en Estados Unidos, Gran Breta\u00f1a, Suiza y \u00c1frica. <\/p>\n

<\/p>\n

Se identifica en una foto grupal de sobrevivientes de Chowchilla vista en l\u00ednea. A la mujer no le molesta en absoluto la pregunta del periodista de por qu\u00e9 no puede hablar ingl\u00e9s despu\u00e9s de tantos a\u00f1os en Estados Unidos. Debe haberlo olvidado, dice. Nunca m\u00e1s acudir\u00e1 a un psiquiatra. El \u00fanico problema es que nunca la han escuchado en toda su vida.<\/p>\n

<\/p>\n

Entretanto, los jueces discutieron si el acusado, que present\u00f3 como prueba una carpeta transparente con un mont\u00f3n de p\u00e1ginas A4, algunas de las cuales estaban escritas a mano y cubiertas con post-its de colores, era un caso para una defensa necesaria por parte de un abogado. Pero el caso es tan simple y claro desde el punto de vista jur\u00eddico que no se puede ver. <\/p>\n

<\/p>\n

En la sentencia inicial, el presidente del tribunal casi disculp\u00e1ndose dice que el tribunal debe confirmar la sentencia de culpabilidad. El acusado siempre reconoci\u00f3 la acusaci\u00f3n. La mujer es condenada a una multa ejecutable de 30 jornadas de 20 francos cada una, que ahora ascienden a \u201cs\u00f3lo\u201d 600 francos. Sin embargo, tambi\u00e9n tendr\u00e1 que pagar las costas del segundo proceso ante el tribunal superior, que ascienden a 3.600 francos.<\/p>\n

<\/p>\n

Sentencia SB230446 de 14 de diciembre de 2023, a\u00fan no firme.<\/p>\n

<\/p>\n

<\/div>\n


\n
Source link-58 <\/a><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

La oficina de tr\u00e1fico exige que se someta a un reconocimiento m\u00e9dico. Pero la mujer ya no quiere ver a un psiquiatra. Desde el punto de vista penal, todo est\u00e1…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":954775,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[1],"tags":[941,2385,19615,2589,4017,5888,8,3000,20005,1569,1474,915,73],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/954774"}],"collection":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=954774"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/954774\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":954776,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/954774\/revisions\/954776"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media\/954775"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=954774"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=954774"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/magazineoffice.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=954774"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}