No hay extraterrestres ni m\u00e1quinas de matar inteligentes que amenacen a la gente com\u00fan y corriente en el nuevo drama de acci\u00f3n dist\u00f3pico de Netflix. La cocina <\/em>de los codirectores Daniel Kaluuya y Kibwe Tavares. Pero la fascinante historia de la pel\u00edcula sobre los monstruos del futuro y c\u00f3mo los miembros m\u00e1s desfavorecidos de la sociedad tienen que enfrentarlos parece demasiado real y como un recordatorio de las formas en que la pobreza sist\u00e9mica crea su propia distop\u00eda.<\/p>\n<\/div>\n Ambientada en un Londres casi futurista, donde anuncios de hologramas fluorescentes bailan sobre carteles y drones policiales con c\u00e1maras incrustadas se ciernen silenciosamente en lo alto del aire. La cocina <\/em>es una cr\u00f3nica de lo que sucede en su barrio titular. Despu\u00e9s de a\u00f1os de que empresas privadas compraran viviendas p\u00fablicas en todo el Reino Unido y las transformaran en costosos apartamentos de lujo para los ricos, Kitchen (un imponente y ruinoso complejo de apartamentos cuya demolici\u00f3n estaba programada desde hace mucho tiempo) es el \u00fanico lugar en Londres donde personas como Isaac (el rapero Kane \u201cKano\u201d Robinson) realmente puede permitirse el lujo de vivir. <\/p>\n<\/div>\n The Kitchen es m\u00e1s que pobre y sus residentes nunca saben si la ciudad les cortar\u00e1 la electricidad y el agua. Pero sigue siendo un bullicioso centro de comercio donde los vendedores venden comida en calles repletas de ni\u00f1os jugando y ancianos que se relajan en las puertas de las barber\u00edas. Siempre hay una atm\u00f3sfera de tensi\u00f3n mientras los habitantes de Kitchener se preparan para otra de las violentas redadas policiales de la ciudad destinadas a expulsarlos de sus hogares. <\/p>\n<\/div>\n Pero el aire de Kitchen tambi\u00e9n se llena constantemente con el sonido de la m\u00fasica que se transmite desde la estaci\u00f3n de radio pirata de Lord Kitchener (Ian Wright) junto con sus llamados a la comunidad predominantemente negra y morena del vecindario para que se aferre a la idea de que tienen derecho a existir. en un lugar donde sus familias han sobrevivido durante d\u00e9cadas.<\/p>\n<\/div>\n Como residente de Kitchener, Isaac, que trabaja con su amigo Jase (Demmy Ladipo) para una empresa que elabora abono para los muertos cuyas familias no pueden pagar los funerales tradicionales, sabe que el vecindario es mucho m\u00e1s que una cuadra llena de personas que ocupan ilegalmente edificios condenados. Pero despu\u00e9s de toda una vida viendo c\u00f3mo la Kitchen es arrasada y sus residentes maltratados por polic\u00edas antidisturbios, todo lo que Isaac quiere es una oportunidad de salir y mudarse al tipo de rascacielos donde pueda aislarse del mundo y de sus sentimientos. .<\/p>\n<\/div>\n La cocina <\/em>hace f\u00e1cil reconocer los paralelismos entre su visi\u00f3n de la desigualdad de vivienda futurista y nuestra realidad actual<\/a> en el que los inquilinos y Los posibles compradores de vivienda en todo el mundo se ven cada vez m\u00e1s excluidos del precio.<\/a> del limitado y altamente competitivo mercado inmobiliario. Pero el gui\u00f3n de la pel\u00edcula escrito por Kaluuya y los coguionistas Rob Hayes y Joe Murtagh y su enfoque en los j\u00f3venes londinenses que navegan por las complejidades de una situaci\u00f3n casi sin hogar hace que La cocina<\/em> leer como un reflejo mordaz de los impactos devastadores a largo plazo<\/a> del Reino Unido Pol\u00edticas de derecho a comprar de la era Margaret Thatcher<\/a>.<\/p>\n<\/div>\n