{"id":975466,"date":"2024-01-22T08:15:48","date_gmt":"2024-01-22T08:15:48","guid":{"rendered":"https:\/\/magazineoffice.com\/los-medios-suizos-eliminan-hasta-el-60-por-ciento-de-todos-los-comentarios-de-los-lectores-eso-dana-la-democracia\/"},"modified":"2024-01-22T08:15:51","modified_gmt":"2024-01-22T08:15:51","slug":"los-medios-suizos-eliminan-hasta-el-60-por-ciento-de-todos-los-comentarios-de-los-lectores-eso-dana-la-democracia","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/magazineoffice.com\/los-medios-suizos-eliminan-hasta-el-60-por-ciento-de-todos-los-comentarios-de-los-lectores-eso-dana-la-democracia\/","title":{"rendered":"Los medios suizos eliminan hasta el 60 por ciento de todos los comentarios de los lectores. Eso da\u00f1a la democracia"},"content":{"rendered":"


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\u201cNo podemos moderar todo bas\u00e1ndonos en sensibilidades. El discurso abierto no funciona as\u00ed\u201d, afirma Sophie Achermann, directora general de la Public Discourse Foundation. Quiere eliminar el odio de Internet.<\/p>\n

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Ilustraci\u00f3n Simon Tanner \/ NZZ<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n

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El derecho a la libertad de expresi\u00f3n forma parte de la Constituci\u00f3n suiza desde 1999, porque la libertad de expresi\u00f3n y de informaci\u00f3n son esenciales para una democracia. Un an\u00e1lisis de la Fundaci\u00f3n del Discurso P\u00fablico ha demostrado que en Suiza, seg\u00fan el medio, se eliminan hasta el 60 por ciento de todos los comentarios de los lectores. \u201cEso es un problema\u201d, afirma la directora general Sophie Achermann, \u201cla libertad de expresi\u00f3n es un derecho fundamental. Aunque a veces otras opiniones duelen\u201d.<\/p>\n

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La revista alemana \u00abDer Spiegel\u00bb dice que elimina entre el 15 y el 20 por ciento de los comentarios de los lectores sobre sus art\u00edculos. En el \u201cest\u00e1ndar\u201d austriaco es del 3 por ciento. \u00bfEs especialmente odiosa la gente en Suiza? \u00bfO el problema est\u00e1 en el otro lado: son los suizos demasiado sensibles?<\/p>\n

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Quien soporta las consecuencias lo borra.<\/span><\/h2>\n

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Una diferencia importante entre Alemania, Austria y Suiza es que los medios de este pa\u00eds son responsables de los comentarios que se publican en sus p\u00e1ginas. En varios fallos judiciales, los medios fueron responsabilizados por discursos airados, insultos o calumnias que fueron publicados en sus respectivas columnas de comentarios.<\/p>\n

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Las cosas son diferentes en los pa\u00edses vecinos. Lo mismo ocurre en las plataformas de redes sociales. La moderaci\u00f3n de comentarios para X (anteriormente Twitter), Facebook y similares queda a su propia discreci\u00f3n. Esto significa que aquellos que soportan las consecuencias legales y tienen que asumir toda la responsabilidad aparentemente tienden a establecer un umbral m\u00e1s bajo para los comentarios de odio y a eliminar m\u00e1s. Seg\u00fan Achermann, este enfoque tambi\u00e9n sacrifica contenidos que ser\u00edan importantes para el discurso p\u00fablico. <\/p>\n

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El porcentaje problem\u00e1tico<\/span><\/h2>\n

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La fundaci\u00f3n cofundada por Achermann analiz\u00f3 durante varios meses todos los comentarios recibidos por los principales peri\u00f3dicos suizos (el NZZ no era uno de ellos). El resultado: dependiendo del medio, entre el 50 y el 70 por ciento de todos los comentarios problem\u00e1ticos provienen del mismo uno por ciento de los redactores de comentarios.<\/p>\n

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El enfoque obvio es bloquear a estos pocos usuarios para garantizar un mejor clima de discusi\u00f3n. Pero Achermann niega con la cabeza. El estudio de su fundaci\u00f3n tambi\u00e9n mostr\u00f3 que el 5 por ciento de los principales comentaristas de odio son responsables de casi la mitad de todas las contribuciones constructivas publicadas.<\/p>\n

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Adem\u00e1s, las opiniones hirientes no desaparecen una vez eliminadas. \u201cLos comentarios simplemente se hacen en otros lugares, por ejemplo en Telegram, donde ya no se puede moderar el discurso\u201d, afirma Achermann. Esto es malo para la sociedad y para la democracia: \u201cNo podemos moderar todo bas\u00e1ndonos en sensibilidades. No es as\u00ed como funciona el discurso abierto\u201d. De hecho, eso es exactamente lo que tambi\u00e9n constituye un gran problema: \u201cPol\u00edticamente, hay esfuerzos para apretar las tuercas aqu\u00ed o all\u00e1\u201d. Entonces, la gran pregunta es: \u00bfC\u00f3mo se puede mantener la tasa de eliminaci\u00f3n lo m\u00e1s baja posible y al mismo tiempo aumentar la calidad de la discusi\u00f3n y reducir la cantidad de comentarios de odio?<\/p>\n

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Alternativas a la eliminaci\u00f3n<\/span><\/h2>\n

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En Suiza el racismo y la homofobia est\u00e1n penados. Este tipo de comentarios deber\u00edan seguir elimin\u00e1ndose inmediatamente, afirma Achermann. Sin embargo, la devaluaci\u00f3n basada en otras caracter\u00edsticas identitarias como el g\u00e9nero, la discapacidad o la religi\u00f3n abre una zona gris en la que, desde una perspectiva jur\u00eddica, a menudo no est\u00e1 claro qu\u00e9 se debe eliminar y qu\u00e9 se debe tolerar.<\/p>\n

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Se han probado alternativas a la eliminaci\u00f3n en varios experimentos cient\u00edficos: El contradiscurso, es decir, el contradiscurso, se basa en que otros usuarios o los propios moderadores comenten y afirmen bajo la declaraci\u00f3n problem\u00e1tica que no est\u00e1n de acuerdo con el comentario. El estudio demostr\u00f3 que los comentarios racistas en X se comparten con menos frecuencia si otros usuarios toman partido contra el racismo en los comentarios a continuaci\u00f3n.<\/p>\n

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Como alternativa adicional a la eliminaci\u00f3n, los autores de los comentarios fueron conscientes de las posibles consecuencias negativas para ellos mismos. \u201c\u00bfQu\u00e9 pasa si su supervisor ve lo que escribe aqu\u00ed?\u201d es lo que escribieron los l\u00edderes del estudio debajo de los comentarios negativos. O \u00ab\u00bfQu\u00e9 pensar\u00eda tu madre de ti?\u00bb bajo una declaraci\u00f3n sexista. Sin embargo, esto s\u00f3lo logr\u00f3 un efecto insignificante.<\/p>\n

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Falta coraje moral<\/span><\/h2>\n

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Otra opci\u00f3n es fijar los comentarios positivos en la parte superior de la columna de comentarios. Esto podr\u00eda aumentar el umbral de inhibici\u00f3n para escribir algo hiriente. \u00abSi a\u00fan as\u00ed es necesario eliminar comentarios, tiene sentido explicar a los afectados por qu\u00e9\u00bb, afirma Achermann.<\/p>\n

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Seg\u00fan el estudio, la alternativa m\u00e1s exitosa se basa en la empat\u00eda con los afectados. Por ejemplo: \u201cSi dejas que esta declaraci\u00f3n antisemita siga vigente, perjudicar\u00e1 mucho al pueblo jud\u00edo\u201d. Pero esas publicaciones son raras. \u00abEn Internet falta valent\u00eda c\u00edvica\u00bb, afirma Achermann. \u201cSi alguien es atacado en la calle, llamamos a la polic\u00eda. Si alguien es atacado en Internet, seguimos desplaz\u00e1ndonos\u201d.<\/p>\n

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El principal problema en Internet no es el anonimato, sino el hecho de que es muy f\u00e1cil mirar para otro lado. Cambiar este comportamiento a largo plazo requiere muchos recursos. Por eso, adem\u00e1s de los medios de comunicaci\u00f3n, tambi\u00e9n la pol\u00edtica y la jurisprudencia tienen un deber urgente, opina Achermann. Y adem\u00e1s de los autores de los comentarios de odio, el resto de la sociedad tambi\u00e9n tiene que asumir su responsabilidad: \u201cEs la cultura de discusi\u00f3n de todos nosotros la que se plasma en las columnas de comentarios\u201d.<\/p>\n

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