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El narrador de las impresionantes obras del modernista polaco (1904-1969) gobierna y gobierna su imperio a la manera de un terrateniente. Actualmente se est\u00e1 publicando una edici\u00f3n de la obra.<\/p>\n
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Witold Gombrowicz nombra sus libros como perros, s\u00f3lo para distinguirlos. Fotograf\u00eda tomada en Vence en 1966.<\/h2>\n Ullstein<\/span><\/p>\n<\/div>\n<\/figcaption><\/figure>\n <\/p>\n
No basta con que este autor ejerza su influencia en sus libros: tampoco se detiene all\u00ed. Despu\u00e9s de la puerta de entrada, baja con la puerta a las habitaciones, a la despensa, al s\u00f3tano, al desv\u00e1n. Witold Gombrowicz sale entonces por una ventana, aunque sea del segundo piso, y de buen humor, con muchos aper\u00e7u en los labios, pasa a la siguiente gran haza\u00f1a. Bienvenido al mundo de un fil\u00f3sofo payaso y agitado, lleno hasta el borde de esp\u00edritu juvenil.<\/p>\n
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El contempor\u00e1neo de Sartre y Czeslaw Milosz ha vivido durante mucho tiempo en el pante\u00f3n polaco, aunque sus obras no se publicaron en Polonia hasta 1986. En el mundo de habla alemana, sus libros aparec\u00edan cada pocas d\u00e9cadas como cometas. En los a\u00f1os 60 los present\u00f3 la editorial Neske, en los a\u00f1os 80 Hanser public\u00f3 una edici\u00f3n de trece vol\u00famenes de sus obras y ahora Kampa publica todos los libros del gran y solitario vanguardista polaco. Se han publicado una buena mitad, el resto se publicar\u00e1 en los pr\u00f3ximos tres o cuatro a\u00f1os.<\/p>\n
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\u201cAletas, juegos y ganchos\u201d<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Los libros de Witold Gombrowicz tienen un poder an\u00e1rquico. \u00a1Abandona toda esperanza, lector, que a ella vuelves! El narrador, muchas veces llamado como el autor, corre y gobierna en su reino como un terrateniente, agarra tu manita y no la suelta: \u00abEl martes me despert\u00e9 a esa hora sin alma ni contento. . .\u00bb, as\u00ed comienza la alocada novela \u201cFerdydurke\u201d (1937). \u201cOs contar\u00e9 otra de mis aventuras, probablemente una de las m\u00e1s fatales\u201d, promete la primera frase de la novela \u201cPornograf\u00eda\u201d (1960). A esto parece seguir el estreno de \u201cKosmos\u201d (1965) (\u201cContar\u00e9 otra aventura m\u00e1s extra\u00f1a…\u201d), y \u201cAventuras en la capital argentina\u201d anuncia tambi\u00e9n la \u00faltima novela \u201cTransatl\u00e1ntica\u201d ( 1970). .<\/p>\n
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Las cartas blancas autoeditadas simplemente significan para el lector: \u00a1Abr\u00f3chese el cintur\u00f3n de seguridad!, comienza la monta\u00f1a rusa. Avanzar, como dice el monumentalmente malvado \u201cDiario\u201d, con \u201ctrucos, juegos y ganchos\u201d.<\/p>\n
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En el caso de Witold Gombrowicz, la vaca sagrada del siglo XX cae bajo las ruedas, antes de mostrar de lo que es capaz en Auschwitz: la raz\u00f3n. Su t\u00e9rmino de lucha -la adoraci\u00f3n de la juventud alcanz\u00f3 sus primeros picos en la d\u00e9cada de 1920- es simplemente: inmadurez. Preferir\u00eda no ser \u201cuna conciencia (…) que usa pantalones y habla por tel\u00e9fono\u201d.<\/p>\n
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Los narradores de Gombrowicz van a la guerra sin pantalones contra los neum\u00e1ticos, contra la identidad, la disciplina, la lealtad, las ideolog\u00edas, la religi\u00f3n, el nacionalismo y cualquier otra basura intelectual que sean. En su \u00f3pera prima \u201cMemorias de los tiempos de Tiro\u201d, publicada en 1933, a la edad de 29 a\u00f1os, el narrador se abre camino hasta la taquilla de la \u00f3pera y es devuelto bruscamente al final de la l\u00ednea: \u201cAqu\u00ed hay orden. \u00a1Europa!\u00bb La inmadurez reprendida toma el guante y hace todo lo que est\u00e1 en su mano para destruir la vida del abogado, un abogado que pide disciplina, orden y reclama Europa.<\/p>\n
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Unos a\u00f1os m\u00e1s tarde, en la novela \u201cFerdydurke\u201d (1937), Gombrowicz reflexiona sobre las ventajas y desventajas de su concepto de lucha. El defensor de la inmadurez tuvo que defenderse de las confidencias de otros inmaduros, y como el hombre se forma por la manera en que lo miran sus semejantes, era ingenuo cuando alguien pensaba que era ingenuo o verde, \u00abporque un inmaduro persona (lo sumergi\u00f3 en su propio verde. Gombrowicz afirma descaradamente que la gente \u201cse impone formas unas a otras\u201d antes que Sartre. Para \u00e9l, la gente necesariamente usa m\u00e1scaras; la autenticidad es imposible.<\/p>\n
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Defensor de la inmadurez<\/span><\/h2>\n <\/p>\n
Tambi\u00e9n existe peligro para los inmaduros del otro lado. Los neum\u00e1ticos s\u00f3lo aceptar\u00edan un ataque al orden si se llevara a cabo en nombre de ideales maduros. Rep\u00fablica en lugar de monarqu\u00eda, s\u00ed, \u00a1eso trae movimiento! Pero si los adultos sintieran la inmadurez que hab\u00edan dejado atr\u00e1s, se dice que \u201ccortar\u00edan a los \u201cnovatos\u201d y a los \u201cmocosos mocosos\u201d hasta matarlos. Los personajes de Gombrowicz viven vidas peligrosas.<\/p>\n
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\u201cFerdydurke\u201d caus\u00f3 un esc\u00e1ndalo en Polonia y encontr\u00f3 admiradores como el escritor Bruno Schulz, que era amigo de Gombrowicz. El t\u00edtulo de la novela es irrelevante para entenderla. El autor dice con indiferencia que nombra sus libros como perros, s\u00f3lo para distinguirlos. Casi todos ellos son fragmentarios, llenos de digresiones, inserciones de otro tipo de textos, afirmaciones escarpadas y sus refutaciones no menos escarpadas.<\/p>\n
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\u201cFerdydurke\u201d, advierte el locuaz narrador, no es coherente. Tiene raz\u00f3n, es mejor dejarse llevar por el tono potente. Porque cuando se informa tristemente que los neum\u00e1ticos matan la inmadurez rebelde llena de asco, los instrumentos asesinos no quedan sin nombre. Se llaman \u2013 \u00a1oh horror! \u2013 \u201cSarcasmo, iron\u00eda y burla\u201d. \u00bfAlguien se rendir\u00e1 antes de que las cosas se pongan serias? \u00bfGombrowicz recurre al simbolismo o le gusta bromear?<\/p>\n
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Qui\u00e9n sabe. Para Gombrowicz todo fluye y los l\u00edmites son artificiales. Los neum\u00e1ticos se enga\u00f1an a s\u00ed mismos, dice a menudo, cuando expulsan al \u201cmocoso mocoso\u201d que llevan dentro. Lo \u201coscuro, limitado y est\u00fapido\u201d sigue presente en ellos y es tan importante como lo \u201ch\u00e1bil, iluminado y sutil\u201d. Tambi\u00e9n en el caso de Gombrowicz el yo \u201cni siquiera es due\u00f1o (…) de su propia casa\u201d. Pero a diferencia de Freud, para \u00e9l las cosas oscuras y est\u00fapidas no residen en el inconsciente, sino en el consciente. Los oscuros y los iluminados, los est\u00fapidos y los inteligentes son inseparables, y eso hace que sus libros sean impredecibles. Un genio po\u00e9tico re\u00fane lo alto y lo bajo, de modo que en el arte igual que en la vida.<\/p>\n
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Lo que se espera lo tira con notable entusiasmo como si fuera basura voluminosa. \u201cPornograf\u00eda\u201d (1960) narra un asesinato que los adultos lascivos idean para estar cerca de los j\u00f3venes que fielmente lo ejecutan. En \u201cKosmos\u201d (1965) los personajes se tambalean entre dos series de observaciones y acontecimientos: animales muertos, una cosa y finalmente un muerto cuelgan de setos, techos y \u00e1rboles, mientras dos bocas de mujeres, una deforme y otra bonita, puesto mani\u00e1ticamente. \u00bfD\u00f3nde est\u00e1n las \u201cconexiones\u201d entre los detalles, d\u00f3nde est\u00e1 el \u201csistema\u201d? La libido tampoco ayuda, pero es bastante activa.<\/p>\n
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\u201cFerdydurke\u201d es la b\u00fasqueda de una inmadurez no ingenua, un lugar de Arqu\u00edmedes entre lo inmaduro y lo maduro, desde el cual el mundo pueda ser desquiciado y sacudido vigorosamente. La modernidad y Europa, la educaci\u00f3n y la cultura entran en contacto con algo despreciado: con \u201cPoppo\u201d, por ejemplo, que aparece una y otra vez en la novela.<\/p>\n
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Gombrowicz describi\u00f3 lo intermedio como \u201csu verdadero hogar\u201d en conversaciones con Dominique de Roux (\u201cUna especie de testamento\u201d, 1968). Est\u00e1 \u201canclado en la nada\u201d. Su empobrecida familia aristocr\u00e1tica terrateniente se encontraba \u201centre Lituania y el Congreso de Polonia, entre el pueblo y la industria, entre la llamada clase mejor y la clase media\u201d.<\/p>\n
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Como aprendiz judicial en Varsovia, Gombrowicz pas\u00f3 la mayor parte de su tiempo persiguiendo una s\u00f3lida inclinaci\u00f3n hacia la bohemia literaria, pero como exiliado finalmente se desliz\u00f3 hacia un punto intermedio: acababa de llegar a Buenos Aires en un vapor polaco, en cuyo viaje inaugural Gombrowicz acompa\u00f1\u00f3 como periodista cuando los alemanes conquistaron Polonia en 1939. El hombre, cuya carrera literaria acababa de comenzar con dos prometedores libros escandalosos, permaneci\u00f3 en Argentina durante casi 24 a\u00f1os. Se las arregl\u00f3 con trabajos ocasionales, pas\u00f3 hambre, luego cumpli\u00f3 su condena en un banco y escribi\u00f3.<\/p>\n
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