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Las comedias negras sobre adolescentes a menudo se enfocan en los aspectos sociales de la escuela secundaria y el interminable concurso de popularidad que deja a algunos sinti\u00e9ndose excluidos. \u00abThoroughbreds\u00bb toma las bases establecidas por sus predecesores y se centra en dos parias muy diferentes que se abrazan y sus objetivos no tienen nada que ver con un compa\u00f1ero rival o el baile de la escuela. Tampoco hay inter\u00e9s amoroso, al menos no en un sentido convencional. Esta es la historia de Lily y Amanda y el enfoque est\u00e1 completamente en ellas y su v\u00ednculo retorcido. <\/p>\n
Tanto Taylor-Joy como Cooke ofrecen interpretaciones incre\u00edbles, imbuyendo a las chicas de una sensaci\u00f3n de autenticidad que fundamenta la loca premisa. Si bien muy pocas adolescentes han terminado alguna vez en un pacto de asesinato con su mejor amiga, Lily y Amanda te hacen ver c\u00f3mo pudieron hacerlo. Su di\u00e1logo nunca es cursi y su amistad nunca es forzada, sino que crece a lo largo de la pel\u00edcula a medida que los dos se dan cuenta de las fortalezas del otro y llegan a apreciarlas. A ambos personajes se les permite ser profundamente defectuosos y algo desagradables, sin caer nunca en los clich\u00e9s de las chicas malas. <\/p>\n
La adolescencia es cuando descubrimos qu\u00e9 tipo de adultos vamos a ser y c\u00f3mo podemos encajar en el mundo. En \u00abPura sangre\u00bb, los dos protagonistas adolescentes intentan descubrir c\u00f3mo moldear el mundo a su voluntad. Son los pura sangre del t\u00edtulo tanto como los caballos que ama Amanda; son criaturas privilegiadas a las que se les da rienda suelta. Son villanos en su propia historia, pero son incre\u00edbles de ver y son mordazmente divertidos. C\u00f3mete el coraz\u00f3n, Amy Dunne. <\/p>\n<\/p><\/div>\n