Una demanda inusual entre la tatuadora Catherine Alexander y Take-Two Interactive ha concluido con una victoria para Alexander, quien argumentó con éxito que WWE 2K16, WWE 2K17 y WWE 2K18 reprodujeron su trabajo sin su permiso.
Las raíces del caso se remontan a 2009, cuando Alexander intentó negociar un acuerdo de licencia con el editor de juegos Take-Two Interactive para los tatuajes que le había hecho al luchador profesional Randy Orton entre 2002 y 2008. Take-Two rechazó la propuesta. pero le ofreció $450 por el derecho a usar las imágenes; ella se negó, pero Take-Two siguió adelante y los usó de todos modos.
Alexander llevó el asunto a los tribunales y obtuvo una pequeña victoria en 2020 cuando un juez rechazó una solicitud de juicio sumario. (se abre en una pestaña nueva) a favor de Take-Two y, en cambio, dictaminó que el editor y WWE de hecho copiaron su trabajo y que, como resultado, ella pudo haber sufrido daños. El juez del caso declaró que la «autenticidad» es un punto de venta importante para los juegos de la WWE, y que «WWE habría rechazado la personalidad del videojuego de Orton si apareciera sin sus tatuajes o con tatuajes que fueran diferentes a los tatuajes reales de Orton».
en un fallo (se abre en una pestaña nueva) emitido el 30 de septiembre (a través de VGC (se abre en una pestaña nueva)), el Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito Sur de Illinois se pronunció firmemente a favor de Alexander, aunque por una cantidad relativamente pequeña. La aparición de los tatuajes en el juego no califica como uso justo, según el fallo, que otorgó $3,750 a Alexander. La cantidad no fue mayor porque el tribunal determinó que ninguna de las ganancias obtenidas por las ventas del juego podía atribuirse a la presencia de los tatuajes.
Aún así, aunque el premio es relativamente insignificante, podría obligar a otros editores de juegos a tomar más en serio las negociaciones de licencia con otros artistas del tatuaje en el futuro. (Y, del mismo modo, también podría convencer a los tatuadores de que busquen acuerdos de este tipo de manera más agresiva).
Esta no es la primera vez que Take-Two es demandado por los tatuajes en sus videojuegos. En 2016, Solid Oak Sketches lo demandó por el trabajo que apareció en Lebron James, Kenyon Martin y Eric Bledsoe en los juegos NBA 2K. Pero en ese caso, como señala The Hollywood Reporter (se abre en una pestaña nueva)ganó, porque los jugadores habían otorgado una licencia para usar su imagen a la NBA, que a su vez les otorgó la licencia a Take-Two.