Dos días después de históricas manifestaciones en China contra las restricciones sanitarias y por más libertades, Pekín decidió el martes 29 de noviembre acelerar la vacunación de los ancianos contra la Covid-19.
La Comisión Nacional de Salud, que actúa como ministerio, tiene el compromiso de «acelerar el aumento de la tasa de vacunación de las personas mayores de 80 años y seguir aumentando la tasa de vacunación de las personas de 60 a 79 años». Solo el 65,8% de las personas mayores de 80 años están completamente vacunadas, dijeron los funcionarios de la comisión en una conferencia de prensa, ya que Beijing aún no ha aprobado las vacunas de ARN mensajero que se consideran más efectivas.
Una puerta de salida a la estrategia Covid cero
La insuficiente tasa de vacunación en China, particularmente entre los ancianos, es uno de los argumentos esgrimidos por el gobierno para justificar su estricta política sanitaria, con reiterados confinamientos, cuarentenas a la llegada del extranjero y test casi diarios a la población. Abordar esto podría ofrecer precisamente a China una salida de la estrategia de covid cero. Sin embargo, la tasa de vacunación anunciada es superior al 89% de la población el 28 de noviembre, frente a alrededor del 80% en Francia con vacunas de ARN mensajero.
Las cifras de la epidemia dadas por las autoridades chinas no apuntan en la dirección de un brote epidémico. Pekín anuncia bien unos 36.000 casos y 14 muertos, cifras al alza, pero Francia, cuya población es veinte veces menor, tiene más de 44.000 casos y 62 muertos al día, mientras no se aplica ninguna medida de restricción a gran escala. Es probable que los datos chinos subestimen la realidad de la epidemia.
Vigente desde hace casi tres años, esta política de Covid cero fue el blanco de las manifestaciones que tuvieron lugar este fin de semana en varias ciudades, el movimiento de protesta más extendido desde las movilizaciones prodemocráticas de 1989. También de fondo, profundas frustraciones vis -à- vis el sistema político chino, como lo demuestran los lemas coreados por la multitud, algunos exigiendo la renuncia del presidente Xi Jinping y la salida del gobernante Partido Comunista.
Después de un fin de semana turbulento en muchas ciudades del país, se planearon varias manifestaciones para el lunes por la noche, pero no se llevaron a cabo, los periodistas de Agence France-Presse (AFP) en Beijing y Shanghái observaron una fuerte presencia policial. En Shanghái, cerca de donde se reunió la multitud el domingo, trabajadores de bares locales dijeron a la AFP que se les había ordenado cerrar a las 22.00 horas debido a un «control de epidemias».
“China podría salir de la sombra del Covid-19 antes de lo esperado”aseguró Hu Xijin, columnista y exeditor del tabloide nacionalista GlobalTimesa través de Twitter, una plataforma prohibida en China.
La nueva variante de Omicron se está extendiendo rápidamente, impulsando el ajuste en la respuesta de COVID en muchas partes de China. La actualidad de China… https://t.co/IpeAp5VoHX