Cinco años de prisión para un exdirector corrupto del consejo departamental de Bouches-du-Rhône


Fajos de billetes, viajes al fin del mundo, invitaciones a restaurantes, trabajo gratis a cambio de contratos públicos: esta corrupción caricaturesca se aplica a Renaud Chervet, quien fue uno de los principales directores del consejo departamental de Bouches-du-Rhône entre 2008 y 2016, a ser condenado a cinco años de prisión y multa de 350.000 euros. El tribunal penal de Marsella, el viernes 2 de diciembre, emitió contra este ex alto funcionario una orden de depósito diferido, que pospone su encarcelamiento a unas semanas.

Ante este hombre de 50 años parado en la barra, la presidenta del tribunal, Céline Ballerini, multiplicó las razones de esta severidad: «hechos muy graves», “se dejó corromper de manera masiva”, “puso en marcha, algunos dicen que habría continuado, una política clientelista que distorsionó completamente el juego democrático”, “actos insoportables en una sociedad en la que el ejercicio de una función pública debe remitirse imperativamente a una forma de ejemplaridad”.

A fines de octubre, durante los debates, Renaud Chervet, ex director de administración, gestión y contabilidad del consejo departamental, solo pudo admitir que estaba vendiendo información privilegiada y documentos confidenciales a algunas empresas. Un pequeño jefe que quería entrar en su «pequeño círculo» había filmado, con cámara oculta, encuentros con el funcionario. El 19 de enero de 2016, durante la noche en un coche, los dos hombres firmaron un pacto de corrupción: una fianza de 10.000 euros que pasaba de una mano a otra contra la promesa de un contrato de sellado.

Códigos y apodos

“Sentí una gran vergüenza”, había reconocido, tímidamente, a Renaud Chervet, tras la retransmisión de las imágenes en las pantallas de la sala del tribunal. Este video había llevado al fiscal a denunciar “Mafiosos, no funcionarios y líderes empresariales”y reclamar siete años de prisión y una multa de 200.000 euros contra este “alto funcionario territorial que esparce la podredumbre de la corrupción dentro de la comunidad”.

Lea también el archivo (2016): Un caso de corrupción salpica el consejo departamental de Bouches-du-Rhône

En este sistema de corrupción que dijo la fiscalía «bien engrasado», Jérôme Disdier, contratado por el consejo del condado como asistente del poder adjudicador, responsable en particular de reescribir los contratos públicos, había sido un celoso cómplice. Se presentó como un «fusible intermediario». El tribunal lo designa como el «centro del sistema» y lo condenó a tres años de prisión con orden de prisión preventiva, una multa de 75.000 euros.

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