Cómo Bronson se convirtió en un proceso desafiante de cuatro años para Tom Hardy


Resulta que Hardy y Refn no solo tuvieron una mala primera reunión, tenían una mala relación en general. Como dice Hardy, él y Refn tuvieron una primera reunión tan mala (simplemente tenían personalidades dispares) que Hardy fue despedido del proyecto por completo. A pesar de esto, y Hardy no explica por qué, Refn eventualmente volvería a llamar a Hardy, y «Bronson» volvería a encarrilarse con Hardy a la cabeza.

«Desde la concepción y cuando conocí por primera vez a los muchachos con el guión. En ese momento pertenecía a otro director, y el productor luego se lo llevó a Vertigo. Luego pasó a manos de Nicolas Winding Refn, y no le caí bien, no lo hice». No me gustaba, y le ofreció la película a otra persona. Luego, un año después, volvió a mí y comencé a escribirle a Charlie».

Cuando se le preguntó acerca de su relación antagónica, Hardy revela que él y Refn lograron mantenerse profesionales, incluso si se odiaban. No todos los directores se llevan bien con sus musas, como puede atestiguar cualquiera que conozca la notoria relación entre Werner Herzog y Klaus Kinski. Hardy no da detalles, pero confirma que él y Refn, simplemente, no eran compatibles. «[W]“Simplemente no estábamos de acuerdo como seres humanos”, dijo Hardy. “Simplemente nos frotamos de la manera incorrecta y continuamos frotándonos de la manera incorrecta”.

Fue ese roce en el sentido equivocado lo que aparentemente retrasó a «Bronson» por un año fatídico. Eso, y el habitual galimatías tras bambalinas sobre conseguir más dinero. Resulta que ese retraso también molestó al verdadero Charles Bronson.



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