Competencia en Internet: en Estados Unidos, un juicio simbólico contra Google


El martes 12 de septiembre se abre un juicio ya histórico. Ante un tribunal del Distrito de Columbia, en Washington, el Departamento de Justicia y once estados americanos intentarán demostrar que Google ha “mantuvo ilegalmente un monopolio en la búsqueda en línea”, gracias a acuerdos firmados con fabricantes de teléfonos inteligentes, incluido Apple. Se espera que esta batalla legal dure diez semanas y convoque a cerca de 150 testigos, entre ellos el director general, Sundar Pichai.

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Es la primera vez que el Estado americano lleva ante los tribunales a un gigante tecnológico desde 1998 y el famoso juicio contra Microsoft, acusado de haber abusado de la posición dominante de Windows en los ordenadores PC para imponer allí su navegador Explorer. También es la primera vez que las autoridades antimonopolio de Estados Unidos completan con éxito un procedimiento contra un gran grupo digital desde que en 2016 las administraciones de Donald Trump y luego Joe Biden comenzaron a criticar el poder de Facebook, Google, Amazon o Apple. En 2013, bajo Barack Obama, más benévolo con la tecnología, el organismo de control de la competencia, la Comisión Federal de Comercio (FTC), había preparado un procedimiento contra Google, pero había desistido.

En concreto, se acusa a Google, que tiene cerca del 90% de la cuota de mercado de las búsquedas online en Estados Unidos, de haber impuesto su motor preinstalándolo en los smartphones, gracias a acuerdos firmados con fabricantes como Apple o Samsung. El gigante mantendría su posición de liderazgo y, por tanto, su posición en la publicidad online. El importe anual pagado por Google en su “acuerdo” con Apple fue estimado, en 2018, en unos 9.000 millones de dólares (7.600 millones de euros) por el banco Goldman Sachs. Según la denuncia, estos acuerdos privaron a motores como DuckDuckGo o Bing (filial de Microsoft) “acceso al mercado, a los consumidores, a los anunciantes, a los datos”, y precios inflados para los consumidores.

“Denuncia errónea”

“Hace más de veinte años, Google se convirtió en el favorito de Silicon Valley como una empresa emergente ingeniosa que inventó una nueva forma de buscar en Internet. Pero este Google ya no existe”, acusa el Departamento de Justicia. Su ángulo de ataque recuerda al asunto Android, en el que Bruselas, en 2018, condenó a Google por haber impuesto sus servicios a los fabricantes de teléfonos inteligentes a cambio del uso de su entorno móvil. La denuncia también establece un paralelo con el juicio contra Microsoft.

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A pesar de estos argumentos, existen obstáculos en el camino del Departamento de Justicia y limitan el alcance inmediato de este juicio. Primero, Google logró que el juez abandonara el caso. “falta de pruebas fundamentadas”, otra denuncia de 38 estados que le acusan de favorecer, en su motor de búsqueda, sus propios servicios de viajes, vídeos, etc. La empresa también acaba de cerrar un acuerdo para poner fin a otra denuncia de 36 estados que consideraban anticompetitiva la comisión del 30% aplicada a las ventas de determinadas aplicaciones móviles en su Play Store. Por tanto, el juicio iniciado el martes se refiere a una parte limitada de su actividad.

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