«Algunos decían que me había quedado ciego, pero como pueden ver mis ojos funcionan perfectamente», bromeó el comediante, entrecerrando un ojo, en respuesta a las especulaciones sobre su condición. “Pero pasé un infierno y volví de él, y mi recuperación tampoco estuvo libre de obstáculos”, dice, agradeciendo tanto a sus fans el apoyo como a su familia la discreción.
«Vuelvo y puedo trabajar»
Aquejado de una «complicación médica», el actor de 55 años fue trasladado de urgencia en abril a un centro médico en Georgia, en el sur de Estados Unidos, donde estaba filmando una película para netflix. Su hija, Corinne Foxx, había querido disipar los rumores un mes después asegurando en Instagram que su padre llevaba «varias semanas fuera del hospital y (recuperándose)».
«No quería que me vieras con tubos saliendo de mi cuerpo y tratando de averiguar si lo iba a lograr», explicó para justificar su largo silencio. «Pero voy a volver y puedo trabajar», dijo de nuevo. Jamie Foxx ganó notablemente el Oscar al mejor actor en 2005 por su impresionante encarnación del cantante Ray Charles, leyenda del soul, en la película biográfica «Ray».
También fue nominado a un Oscar por su papel en «Colateral» el mismo año, y también impresionó al interpretar a un esclavo para conquistar su libertad en el western «Django Unchained» de Quentin Tarantino. Recientemente filmó «Back in Action» junto a Cameron Diaz, en Georgia.