Corbatas y enmarcadas, los 89 diputados de la RN regresan a la Asamblea Nacional


Rue de l’Université corre paralela al Sena. Frente al número 126, el miércoles 22 de junio, más de 80 diputados de la Agrupación Nacional (RN) se encuentran, febriles y de treinta y uno (los hombres de corbata), en un alegre desorden entre las cámaras de los medios. Se enfrentan al Palais-Bourbon que se preparan para invertir como primer grupo de oposición.

“Hace treinta años que estamos esperando tener representantes en masa en la Asambleaexalta la locuaz Laure Lavalette, diputada por Var. ¡Aleluya, las personas que votan por nosotros ya no se consideran subciudadanos! » Solicitado por todos lados, Renaud Labaye, jefe de gabinete de Marine Le Pen y futuro secretario general del grupo, pasa y plancha su archivador bajo el brazo, con la impresión de estar “un poco del “mono” del campamento”.

De repente, aplausos. El grupo se reúne hacia la entrada de la Asamblea Nacional, de donde emerge Marine Le Pen, con un traje morado y los ojos empañados por la emoción. La pequeña multitud desordenada ahora forma un bloque. Avanza hacia el jefe en una especie de procesión respetuosa. Entonces, los recién elegidos recorren la calle que los separa de su nueva vida, de su sillón parlamentario, de su pañoleta tricolor y de su escudo ceñido con la frontera de la República Francesa, y toda la respetabilidad dedicada a los diputados de la nación. Otra dimension.

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En el umbral del Palais-Bourbon, Marine Le Pen les da la bienvenida. Uno por uno, cada uno viene a recibir la unción en forma de » bien hecho «, un cálido abrazo, un largo abrazo. Luego se unen al patio principal. El jefe toma del brazo a José Beaurain, el diputado primero invidente, para acompañarlo hasta la escalinata donde los 89 electos posarán para la foto de grupo. De nuevo, aplauden largamente a su líder, quien les hace una reverencia. Marine Le Pen tuiteará la instantánea triunfal, con el eslogan de Eric Zemmour, su rival de extrema derecha desaparecido: “No sabían que era imposible, así que lo hicieron. »

“Los contadores se ponen a cero”

» Es por allá «luego indicar los ujieres y los administradores de la Asamblea, apostados en cada esquina de los pasillos para guiar a los recién llegados. “Para nosotros no cambia nada, no los vamos a tratar diferente a los demás”confía uno de ellos, en su rigidez de neutralidad administrativa.

Los diputados pasean en la sala de los pasos perdidos, recogidos por los periodistas venidos a atender esta extraña mañana. Traje azul petardo, Frédéric Boccaletti, diputado del Var, trata de esquivar preguntas sobre su pasado – fue condenado a seis meses de prisión, en 2000, por violencia con armas: “Los franceses cuentan con nosotros para defenderlos, asumiremos estas responsabilidades. Si el Proyecto de Ley del Poder Adquisitivo va en la dirección correcta, votaremos a favor. No somos sectarios. »

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