“Cuando tienes el privilegio de poder expresarte y ser escuchado, tienes que hacer todo lo posible por hablar de los demás”


La foto es sin artificio. Un hombre sentado viste una camiseta sin mangas blanca, que revela unos bíceps abultados, y una cadena de plata alrededor de su cuello. Tiene treinta y tantos años, cabello corto rapado hacia un lado, labios carnosos y contorneados. En la mirada decidida y tierna del modelo, el actor canadiense Elliot Page, hay una mezcla de desafío y cierta melancolía. La imagen es de Catherine Opie, fotógrafa y activista LGBT, y aparece en la portada de paje, la autobiografía del comediante, que sale en Francia el 7 de junio, cuyo título es un juego de palabras entre su apellido y la palabra paje que significa «sirviente». Durante meses, el libro ha sido objeto de auténtica expectación. Circulan rumores sobre el monto del contrato multimillonario (la suma exacta permanece confidencial) con Flatiron Books, una subsidiaria del gigante editorial estadounidense Macmillan. Y el libro está siendo traducido a quince idiomas.

La carrera de Elliot Page, que abarca más de dos décadas, está marcada por algunos éxitos: Juno, de Jason Reitman, en 2007 (que le valió una nominación al Oscar), papeles con Christopher Nolan (Comienzo), Drew Barrymore (Dicha), dos partes de la saga X-Men (El enfrentamiento final, Días del futuro pasado)… En los créditos de todas estas películas aparece con otro nombre: el de Ellen Page, su nombre de nacimiento, puesto por sus padres, él que nació en cuerpo de niña. Así es como llegó a ser conocido públicamente, como una actriz popular en Hollywood, no una gran estrella pero sí una personalidad identificable. Hasta ese día de diciembre de 2020 y, en Instagram, un largo mensaje sin foto que comenzaba así: “Hola amigos, me gustaría anunciar que soy trans, mis pronombres son él/ella y mi nombre de pila es Elliot. »

En el proceso, concede algunas entrevistas a la prensa americana, evocando sus años de deambular personal y psicológico, y el largo proceso que le llevó a hacer este anuncio, ya declarar que vive con disforia de género. Cualquiera “angustia psíquica resultante de una incongruencia entre [le] sexo anatómico y [l’]identidad de género » de una persona, según el DSM-5, obra de referencia de la psiquiatría internacional. Los trastornos alimentarios, la depresión, la ansiedad o la escarificación son algunos de los síntomas que se derivan de este «incongruidad». No todas las personas trans lo padecen, pero Elliot Page ha tenido una experiencia dolorosa.

Dentro paje, subtitulado en francés «Autorretrato de un artista», el actor no oculta nada de los episodios de gran depresión que marcaron su vida. Su infancia, el divorcio de sus padres, su complicada relación con su suegra y su padre, sus apasionados amores con parejas más o menos benévolas… Elliot Page tiene un verbo crudo, y la evidente preocupación por hablar alto y con franqueza. . Señala el conformismo brutal de la industria cinematográfica y la intolerancia de la sociedad occidental. Una pequeña patada en el hormiguero, pero nada muy excepcional: las confesiones de actores y actrices quemados en la llama del éxito son legión, en Hollywood.

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