Al menos 21 personas murieron y decenas más resultaron heridas el miércoles (8 de junio) cuando un tren descarriló tras chocar contra una excavadora cerca de Tabas, en el centro de Irán, según los medios estatales. “Veintiuna personas murieron en el accidente”, dijo el jefe de los servicios de emergencia de la provincia de Yazd, Ahmad Dehghan, el miércoles por la noche, citado por la televisión estatal IRIB. Una cifra anterior reportó diecisiete muertos.
Fotos difundidas por la agencia de noticias ISNA muestran un vagón volcado en la vía y otros cuatro incrustados entre sí. El gerente de operaciones de rescate, Mehdi Valipour, dijo que cinco de los once vagones del tren descarrilaron. Según imágenes del canal Iribnews, el accidente ocurrió en una zona desértica. La tragedia ocurrió en la línea entre las ciudades de Mashhad y Yazd.
“El tren, que transportaba 348 pasajeros, descarriló tras chocar contra una excavadora” que estaba cerca de las vías, dijo a la televisión estatal Mir Hassan Moussavi, subdirector de Ferrocarriles de la República Islámica. El accidente ocurrió a las 05:30 hora local (03:00 hora de París), según la televisión estatal.
Serie de eventos
Este descarrilamiento se produce dos semanas después del derrumbe de un edificio en construcción en el suroeste de Irán, que se cobró la vida de cuarenta y tres personas. El 23 de mayo, el edificio Metropol, en construcción en Abadan, una de las principales ciudades de la provincia de Juzestán, en el suroeste del país, se derrumbó parcialmente en el corazón de una calle muy transitada.
Este desastre, uno de los más mortíferos en años en Irán, ha provocado una serie de manifestaciones en todo el país en solidaridad con las familias de las víctimas y contra las autoridades, acusadas de corrupción e incompetencia. Manifestaciones nocturnas tuvieron lugar en Abadán y otras ciudades, especialmente en el centro del país, para llorar a las víctimas y exigir el enjuiciamiento de los responsables.
La Justicia había asegurado haber detenido a trece personas, entre ellas el alcalde de Abadán y dos exalcaldes, acusadas de ser «responsable» drama. En 2016, cuarenta y cuatro personas murieron cuando dos trenes chocaron y se incendiaron en el norte de Irán. Docenas de personas más habían resultado heridas.