Después de los restaurantes, la guía Michelin quiere distinguir los mejores hoteles


Tras las estrellas, las claves: a partir de 2024, el Guía Michelin distinguirá los hoteles como lo hace con los restaurantes, una “nueva página” en la historia de esta guía centenaria, anunció el jueves su director Gwendal Poullennec. Los futuros rankings de hoteles se darán a conocer en el primer semestre del próximo año, pero el formato y la fecha exacta aún están por definir. “La guía nació para dar a los viajeros claves para descubrir e iluminar sus elecciones en una época en la que faltaba información”, recuerda el propietario de esta guía creada en 1900 por los hermanos André y Edouard Michelin, en Destino de los automovilistas.

Cree una «referencia confiable»

«Hoy, por el contrario, se encuentran ante una gran cantidad de información. Nuestros usuarios pasan una media de 10 horas en las pantallas para preparar un viaje y consultar más de 10 plataformas, una auténtica carrera de obstáculos», explica.

“Nos dicen que les falta una referencia para solucionar las cosas”, continúa el hombre que tomó las riendas de la guía en 2018, año en que el grupo compró Tablet Hotel, un sitio estadounidense que ofrece una selección de “hoteles boutique”. que quieran destacar y tener una cuidada decoración.

Para responder a esta demanda y «establecer una verdadera referencia de confianza en la hostelería, que sea la contrapartida de lo que es la guía Michelin en el mundo de la gastronomía», los equipos del Michelin Llevan cuatro años trabajando con los de Tablet Hotel para constituir una primera selección, que actualmente incluye 5.300 hoteles en 120 países.

Los establecimientos recibirán “llaves”

Servirá de base para futuras clasificaciones que, como ocurre con los famosos macarrones que cubren 45 países, se basan en un equipo de inspectores de “compradores misteriosos” cuyas decisiones se basan en los comentarios de los clientes y son el resultado de una decisión colectiva. Los establecimientos recibirán llaves, “símbolos universales y atemporales”, cuyo diseño remite al de las estrellas de la guía roja.

Para su modelo económico, la guía se basa en las reservas: en el restaurante, se paga 1 euro por tapa reservada a través de su plataforma y honrada. Para los hoteles reservados por el mismo medio, la comisión se sitúa entre el 10 y el 15%, lo que corresponde a los estándares del mercado, según Gwendal Poullennec, que insiste en la «cercanía» entre los equipos de ventas y los responsables de la selección.



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