Hay muchas lecciones de «Strange World» y «A Goofy Movie» que se pueden utilizar en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, el personaje de Dennis Quaid, Jaeger Clade, sirve como ejemplo de cómo aceptar el cambio en la vejez desde la jubilación y más allá en «Strange World». En cuanto a «A Goofy Movie», también está el recordatorio permanente de que si bien puedes pensar que mentir sobre ti mismo te hace lucir genial, no es bueno construir la base de tu relación en ciernes sobre una mentira. Pero la conversación principal que tienen estas dos películas es sobre cómo los padres y los hijos deberían comunicarse mejor.
Durante generaciones, fue un tabú que los hombres expresaran sus sentimientos y, si lo hacían, no eran «hombres de verdad». En realidad, esta mentalidad estaba creando una cosecha de personas emocionalmente atrofiadas que vivían con agresividad reprimida o resentimiento entre sí, a pesar de que las cosas podían resolverse simplemente comunicándose entre sí. En ambas películas, Goofy y Searcher Clade como padres reconocen que deben hacer algo al respecto. Para Goofy, lleva a su hijo a un viaje equivocado por carretera a través del país sin consultar los planes o deseos de Max. Para Searcher, asume falsamente que Ethan, sin duda, se parecerá a él como granjero en lugar de a su propio padre aventurero porque son más abiertos con su relación. Y en el caso de Jaeger, él hace exactamente lo mismo que Searcher, excepto que cuando las cosas llegan a un punto crítico con su hijo después de una agresión pasiva constante entre ellos, se marcha furioso y se presume muerto por 25 años. Aunque ambos tenían buenas intenciones y las cosas finalmente funcionaron, hablar con sus respectivos hijos podría haber llevado a experiencias menos tensas a largo plazo.