A principios de semana, el presidente ecuatoriano Daniel Noboa declaró el estado de emergencia debido al caos en las cárceles. Ahora el conflicto entre las fuerzas de seguridad y los cárteles de la droga está aumentando.
Fuerzas especiales de la policía frente al estudio de televisión en Guayaquil.
(dpa) En Ecuador, hombres armados irrumpieron en las instalaciones de una estación de televisión durante una transmisión en vivo. Varios periodistas y empleados fueron amenazados y tomados como rehenes por un grupo de delincuentes con ametralladoras y explosivos, como pudo verse el martes en la televisión. «Estamos al aire para que sepan que no deben jugar con la mafia», dijo un hombre a la cámara. En las grabaciones también se escuchaban disparos y gritos de personas. Se trataba de la televisora estatal TC Televisión de la ciudad portuaria de Guayaquil.
Delincuentes irrumpieron en las instalaciones de un medio de comunicación en Guayaquil, dijo la policía ecuatoriana en la plataforma X, antes Twitter. «Se desplegarían unidades especiales en el lugar para hacer frente a esta emergencia». Poco después, la policía confirmó la detención de varias personas.
Apenas un día antes, el presidente Daniel Noboa había declarado el estado de emergencia ante las caóticas condiciones en las cárceles del país sudamericano. Esto significa, entre otras cosas, que el derecho de reunión queda temporalmente restringido, según el decreto publicado el lunes. Además, se aplicará un toque de queda nocturno durante los próximos 60 días.
Las bandas criminales habían luchado violentamente en las prisiones del país y habían tomado como rehenes a los guardias. Según la administración penitenciaria, el jefe de la poderosa banda “Los Choneros”, Adolfo Macías alias “Fito”, aparentemente logró escapar. Este martes, las autoridades también reportaron la fuga de otro narco, Fabricio Colón Pico, uno de los líderes de la banda “Los Lobos”.
La violencia ha aumentado dramáticamente en Ecuador en los últimos años. Con alrededor de 25 homicidios por cada 100.000 habitantes, en 2022 se registró uno de los valores más altos de América Latina. Muchas de las cárceles superpobladas están controladas por organizaciones criminales y allí a menudo se producen peleas entre pandillas.