El Covid-19, un invitado sorpresa que aún teme el Tour de Francia


Los imaginamos almacenados en el pasado reciente. Sin embargo, las máscaras, el distanciamiento social y otras «burbujas de carrera» seguirán siendo parte del Tour de Francia, cuya salida se da el sábado 1.ejem julio, en Bilbao, en el País Vasco español. La Organización Deportiva Amaury (ASO), empresa organizadora del evento ciclista, ha decidido mantener un protocolo de prevención del Covid-19 para esta edición 2023.

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Esto dará como resultado, en particular, el acceso limitado de los miembros de cada equipo a la línea de meta y el uso de una máscara obligatoria en los paddocks. Los ciclistas y su personal también deben limitar sus interacciones fuera de una «burbuja», vigente en torno a la competencia. Olvídate de comidas fuera del hotel, selfies y autógrafos, estos estarán prohibidos.

Por cuarto año consecutivo, tampoco habrá apretones de manos en el podio ceremonial, aunque en esta ocasión los corredores estarán exentos de protección facial. «Tampoco queremos un contraste total entre la vida cotidiana y nosotros»explicó a la Agence France-Presse, a pocos días del inicio del evento, el director del Tour, Christian Prudhomme.

Evita el escenario del Giro

El 5 de mayo, al elevar su nivel máximo de alerta por el Covid-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS) insistió en que el virus causante de la enfermedad no había sido erradicado ni se había vuelto inofensivo. SARS-CoV-2 «está aquí para durar», había machacado su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Durante varios meses, sin embargo, la página de la pandemia pareció pasarse en Europa y en gran parte del mundo. Pero la amenaza sanitaria fue recordada con cariño por el pelotón durante la Vuelta a Italia, del 6 al 28 de mayo.

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El equipo Jumbo-Visma del esloveno Primoz Roglic tuvo que repasar sus planes antes de la gran salida del bucle transalpino, con los bultos en cascada de varios de sus corredores. Headliners como los “locals” Filippo Ganna (Ineos-Grenadiers) y Dominico Pozzovivo (Israel-Premier Tech) o el ruso Aleksandr Vlasov (BORA Hansgrohe) habían abandonado prematuramente el evento. Sobre todo, el virus había vencido la aventura del belga Remco Evenepoel, gran favorito del Giro: el corredor del Quick-Step de Soudal tuvo que abandonar la tarde del 9mi etapa tras un test positivo, él que acababa de recuperar el maillot rosa de líder de la clasificación general.

Una situación que ASO quiere evitar a toda costa. Nada en el reglamento de la Unión Ciclista Internacional (UCI) obliga hoy a los organizadores a imponer un protocolo. En 2022, las semanas previas al Tour de Francia habían estado marcadas por un fuerte aumento de la contaminación en Francia, como en toda Europa, favorecida por la contagiosidad de las últimas subvariantes de Omicron, una relajación de los gestos de barrera y el debilitamiento de la vacuna. proteccion.

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