«Anatomía de una caída» es un asesinato-misterio que busca determinar si Sandra (Hüller) asesinó a su marido empujándolo por la ventana del ático. Los detectives y abogados intentan demostrar la culpabilidad de Sandra, y nadie parece carecer completamente de motivo. Los únicos dos que parecen verdaderamente inocentes en toda esta locura son Daniel, el hijo de Sandra, y su perro Snoop. Snoop parece más humano que algunos de los personajes humanos con los que comparte pantalla e incluso es el centro de un punto importante de la trama cuando Daniel hace un experimento con Snoop que bien podría envenenarlo pero exonerará a su madre del asesinato. (No se preocupe, Messi nunca estuvo en peligro, aunque el peligro para el pobre Snoop era muy real).
La actuación canina puede ser algo complejo dependiendo de lo que la película pide que haga el perro, pero gran parte de lo que Messi hace mejor en «Anatomía de una caída» es simplemente ser un buen perro. No hay trucos descabellados, sólo un sentimiento de amor por su familia que de alguna manera puede transmitirse a través de la pantalla. Messi es increíblemente adorable a pesar de tener ojos de muñeco victoriano y parece comportarse perfectamente en los diversos eventos de premiación a los que ha sido invitado. Ahora se robará el show en los Oscar tantas veces como lo hizo en «Anatomía de una caída». Los Premios de la Academia se han ido a los perros, pero de la mejor manera hasta ahora.