Lo que más le importa a SS Rajamouli es lo que sucede dentro de los límites de las cuatro paredes de un cine. Hace películas que hacen que la gente vitoree, ría, llore, aplauda e incluso baile en los pasillos. Las emociones son grandes y primarias, y no pasa un segundo sin que Rajamouli esté tratando de que la audiencia tenga una reacción similar. Estas cosas pueden ser enormemente difíciles de articular para el público una vez que salen del teatro. La única forma de saber si está obteniendo las reacciones que quiere es sentarse con tantas audiencias como sea posible, como detalló recientemente a The New Yorker:
«Para mí, es muy importante entender cómo se sienten los miembros de mi audiencia acerca de mis películas. Al mismo tiempo, no creo que muchas personas realmente puedan expresar cómo les gusta o no les gusta la película. En el momento en que los pones en una posición para juzgar tu película, pierden esa percepción. La mejor manera para mí de juzgar mis propias películas es ir al cine, sentarme con el público y sentir cómo está respondiendo. Visito los cines mostrando mis películas a veces diez, treinta , cuarenta o incluso cien veces para tener una idea de cómo recibe el público mis películas».
En el caso de «RRR», Rajamouli ha podido hacer esto no solo en India sino también en todo el mundo. Incluso en los Estados Unidos, que tiene sensibilidades completamente diferentes a las que se encuentran en la India, todavía está haciendo que la gente vitore, ría, llore, aplauda e incluso baile en los pasillos. Si dos audiencias diferentes tienen las mismas reacciones pero están al otro lado del mundo, Rajamouli obviamente ha aprovechado algo especial. Esa es una película de la que estar orgulloso.