En noviembre de 2022, mucho antes del lanzamiento real de «Blood and Honey», Frake-Waterfield ya había anunciado planes para adaptar «Peter and Wendy» de JM Barrie en una sombría película de terror llamada «Peter Pan’s Neverland Nightmare». Recientemente amplió esa idea, diciendo que su versión del hada Tinkerbell sería un drogadicto obeso. Más recientemente, el director también anunció un plan para «Bambi: The Reckoning», basada en la novela de Felix Salten de 1923 «Bambi, a Life in the Woods», que transformaría a un dulce cervatillo en una máquina de matar imparable. Naturalmente, cuando las ambiciones son altas, los crossovers entran en la conversación, y Frake-Waterfield mencionó que es posible que ya esté considerando una combinación, diciendo:
«La idea es que vamos a tratar de imaginar que todos están en el mismo mundo, para que podamos tener cruces. […] La gente ha estado enviando mensajes diciendo que realmente quieren ver a Bambi contra Pooh».
Si bien «Winnie-the-Pooh: Blood and Honey» no es una buena película, Frake-Waterfield parece haberla hecho como parte de un proyecto de crítica de medios más grande y metatextual. «Winnie-the-Pooh» de Milne solo entró en el dominio público en enero de 2022, después de pasar décadas en manos de la corporación Disney. Disney también hizo una célebre versión de «Peter Pan» en 1953, y de «Bambi» en 1942. Disney, a través de décadas de marketing insidioso, ha calificado extraoficialmente varios cuentos de hadas de dominio público como «suyos». Cenicienta puede pertenecer a la gente, pero la versión de Disney de 1950 es lo que el público podría imaginar primero.
Frake-Waterfield quiere señalar que cualquier versión de estas historias es posible, incluidos los slashers más locos y tontos que puedas imaginar. «Blood and Honey» es tan válida en el panorama mediático como la película de Disney de 1977 «The Many Adventures of Winnie the Pooh».