El mapa mundial de semiconductores rediseñado en 2024


Apenas ha comenzado el año 2024 cuando la cuestión de los semiconductores vuelve al centro de los intereses económicos y geopolíticos. El sábado 13 de enero, los votantes de Taiwán devolvieron al Partido Democrático Progresista, odiado por Pekín, la presidencia del territorio, aunque sin ofrecerle una mayoría en el Parlamento. La comunidad internacional siguió de cerca las elecciones, ya que la isla, reclamada por China, se ha convertido en un actor importante en la economía internacional. Por sí sola produce más del 60% de los semiconductores del mundo.

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Las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre también serán importantes en este asunto, aunque entre Joe Biden y Donald Trump, favoritos en la carrera por la Casa Blanca, el tema de los semiconductores parece ser objeto de consenso. La política lanzada por el republicano, en el poder de 2017 a 2021, para frenar el progreso tecnológico de China fue continuada por el demócrata, que reforzó aún más las sanciones, en diciembre de 2023, al bloquear la exportación a Pekín de las máquinas de fabricación más sofisticadas de la ASML holandesa. grabado de componentes.

El tema de los semiconductores nunca había parecido tan político, como lo demostró la visita, en diciembre de 2023, a los Países Bajos del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, acompañado de los líderes de sus campeones nacionales de chips (Samsung y SK Hynix). Esto esencialmente apuntaba a “reforzar significativamente la cooperación en el campo de los semiconductores” entre ambos países, en palabras del presidente Yoon, y se saldó con un acuerdo entre Samsung y ASML para abrir un centro conjunto de investigación y desarrollo en Seúl, con un coste de 700 millones de euros.

“Estamos siendo testigos de una inversión de valores. Hoy son los Estados los que quieren atraer empresas”observa Julien Nocetti, investigador del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI).

Objetivo “poco realista”

Como prueba de ello, tras la crisis del Covid-19, Estados Unidos y la Unión Europea (UE) han movilizado importantes recursos para promover la repatriación de unidades productivas a su territorio.

La American Chips Act, firmada en agosto de 2022 y dotada con 52.000 millones de dólares (47.500 millones de euros), para subvencionar la reinstalación de fábricas de semiconductores en Estados Unidos, permitió cerrar un acuerdo para un proyecto de fábrica de la taiwanesa TSMC en Arizona. Su apertura, prevista para 2024, debería posponerse finalmente hasta 2025. Hay otros proyectos en marcha, en particular con Intel. Estados Unidos espera aumentar su cuota de mercado en el sector de los semiconductores del 10% al 30% para 2030.

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