La UE identificó esta semana una reducción de los costes burocráticos para las empresas y los ciudadanos. Pero los representantes empresariales afirman lo contrario. ¿Cómo se produce esta discrepancia?
El libro con las reglas para la convivencia se hace cada vez más grande. Esto se aplica no sólo a Suiza, sino también a la confederación de estados de la UE. Varios factores lo garantizan: los nuevos problemas y tecnologías exigen nuevas reglas; los actores políticos quieren hacerse un nombre con nuevas iniciativas; desmantelar las reglas existentes promete más resistencia que aplausos; y los políticos tienden a ver una laguna en cada problema.