Cuando Russo y Reacher se encuentran por primera vez, este último patea su auto con tanta fuerza que las bolsas de aire se activan y dejan al oficial federal vulnerable, lo que le permite a Reacher golpearlo hasta dejarlo inconsciente. Esto desencadena una cadena de interacciones mutuamente frustrantes entre los dos, pero Russo resulta ser un policía limpio, dispuesto a ayudar a Reacher a atrapar al misterioso AM (Ferdinand Kingsley). Si bien la propensión de Reacher a violar las reglas convencionales (y la ley) molesta a Russo, los dos hombres descubren un nuevo respeto mutuo durante el funeral de Franz, donde trabajan en conjunto para atrapar a los dos asesinos a sueldo contratados para asesinar a los amigos de Reacher.
Es interesante notar que el personaje de Guy Russo no existe en la novela de Lee Child, «Bad Luck and Trouble», en la que se basa la última temporada. Sin embargo, la presencia de Russo en la temporada 2 es fundamental para percibir a Reacher desde la perspectiva de un aliado moralmente recto, que no está del todo de acuerdo con sus métodos pero aun así termina ayudando a su causa. Teniendo en cuenta lo despiadado que es el mundo de «Reacher», donde ex policías corruptos participan en operaciones terroristas o aceptan dinero para guardar silencio para hacer la vista gorda, la devoción de Russo por sus ideales es admirable. Además, el episodio también revela que el padre de Russo, que también era policía, murió joven debido a una devoción similar por defender la verdad, una hamartia que al final le costó la vida a Russo.
Si bien la muerte de Russo es bastante impactante, la narrativa se desarrolla cuando se enfrenta a su Jefe, quien insta a Russo a mirar para otro lado y elegir una vida cómoda en lugar de una plagada de peligros y dilemas morales. Furioso ante la sugerencia de que debería siquiera considerar ser un policía corrupto, Russo relata la moral de su padre y promete defenderla hasta el final.