En España, un caso de trenes sobredimensionados derriba al presidente de Renfe


Dos dimisiones por un «fiasco»: en España, un caso de trenes demasiado grandes para determinados túneles derribó al jefe de los ferrocarriles españoles y al número dos del Ministerio de Transportes, tras 15 días de bochornosa polémica para el ejecutivo. Al frente de la compañía ferroviaria Renfe desde junio de 2018, Isaías Taboas «presentó» este lunes su dimisión, dijo a la AFP una portavoz de la compañía.

Una renuncia sorpresiva

Esta sorpresiva dimisión se suma a la de la secretaria de Estado de Transportes Isabel Pardo de Vera, también expresidenta de Adif, gestora de la red ferroviaria española, según ha confirmado el Ministerio de Transportes en una breve nota de prensa. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, «expresó su agradecimiento» a estos dos mandatarios por «el trabajo realizado en sus respectivas funciones», especifica el ministerio, que evoca «una nueva etapa» para el sector ferroviario español. Estas dimisiones se producen tras más de dos semanas de polémica relacionada con el pedido de 31 trenes destinados a la red ferroviaria del norte de Españacuyo tamaño resultó ser demasiado grande para algunos de los túneles por los que se suponía que debían pasar.

dos años tarde

Este pedido, por un importe total de 258 millones de euros, se adjudicó tras un concurso en junio de 2020 al fabricante español de material ferroviario CAF, competidor de la francesa Alstom y la alemana Siemens, según informa Renfe. Según el operador ferroviario, fue esta empresa, con sede en el País Vasco (norte), la que se dio cuenta en marzo de 2021 de que las dimensiones proporcionadas durante la licitación eran incorrectas. Luego alertó a las autoridades incluso antes de comenzar la construcción de los trenes. “Nunca hubo riesgo de que se construyeran trenes de tamaño inadecuado, porque el fabricante tenía la obligación, definida en los pliegos”, de realizar controles, aseguró Renfe a la AFP.

Este error, hecho público a principios de febrero, casi dos años después de que se detectara el problema, provocará, no obstante, retrasos en la entrega de los trenes, que deberán ponerse en circulación durante el año 2026 y no en 2024 como estaba inicialmente previsto. , según el grupo ferroviario.

«Ocultamiento culpable»

Según los medios españoles, también podría generar costos adicionales debido al aumento en los precios de los materiales en los últimos meses. Un problema negado por Renfe: «No hay problema económico, no se ha derrochado dinero», asegura el grupo. Este caso desató una viva polémica en Españadonde la oposición de derecha acusó al Gobierno del presidente del Gobierno socialista Pedro Sánchez de «encubrimiento culposo» y «opacidad», a menos de un año de las elecciones legislativas previstas para finales de 2023.

“Ustedes presiden un gobierno que ordena que los trenes no pasen por túneles”, así ironizaba recientemente en el Parlamento la número dos del Partido Popular (PP, derecha), Cuca Gamarra, evocando un “fiasco”. Esta polémica ya había llevado al Ministerio de Transportes a destituir el pasado 6 de febrero al exjefe de gestión de equipos de Renfe y alto cargo de Adif.

Una investigación conjunta de Adif y Renfe

También presionó a Adif y Renfe a abrir una investigación conjunta para esclarecer las circunstancias que llevaron a esta situación, calificada de «grave error» por la ministra de Transportes. Reaccionando este lunes a las dimisiones del jefe de Renfe y del secretario de Estado de Transportes, el presidente de la región de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, del partido regionalista PRC, pidió «una compensación» para su territorio, directamente afectado por este erróneo orden de tren.

“Queremos que se aclaren las circunstancias y se pongan sobre la mesa soluciones”, ha añadido este lunes Adrián Barbón, presidente socialista de la región de Asturias, también afectada, ante una reunión convocada en el Ministerio de Transportes sobre este fiasco.



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