La fórmula de la Laver Cup, que permite que todo el equipo se acerque a los jugadores en los cambios de lado para aconsejar o animar, creó un ambiente muy agradable. Y si el partido en sí parecía a veces una exhibición, no jugarlo a fondo casi habría sido un crimen de lesa majestad. “Aprovecharemos el momento pero no nos detendremos, lo siento Roger”, advirtió Sock antes del partido. A pesar de algunas limitaciones, Federer respondió. Fue en una volea de derecha ganadora que ofreció a los suyos el primer balón de set, ganado en uno de sus pases que Sock no pudo devolver (6-4), para deleite del público. «Honestamente, me sorprendió que pudiera jugar tan bien esta noche, y simplemente lo disfruté. Fue genial de principio a fin».aseguró.