En la Amazonía, ante el flagelo del bateo ilegal de oro, los yanomamis reciben apoyo del Estado brasileño


El presidente brasileño no escatimó en medios. Desde el miércoles 1ejem Febrero, se cierra el espacio aéreo del territorio indígena yanomami a toda aviación y los ríos son controlados por la armada. El objetivo es claro: asfixiar la oferta de garimpeirosestos buscadores de oro que invadieron y contaminaron gravemente con mercurio este territorio de 10 millones de hectáreas, al punto de provocar una hambruna sin precedentes entre este pueblo. “El gobierno brasileño pondrá fin al lavado de oro en todos los territorios indígenas, comenzando por el de los yanomamis. No se otorgarán permisos de tala en tierras indígenas”aseguró el presidente Lula a la prensa el 31 de enero, detallando las medidas que acababa de tomar por decreto.

Imágenes recientes de cuerpos demacrados, niños con barrigas redondas y costillas salientes con mechones de pelo dispersos en el cráneo, han conmocionado enormemente al país. La hambruna es consecuencia directa de esta actividad criminal que habría destruido un promedio de 1.038 hectáreas por año en la Amazonía durante el mandato del presidente Bolsonaro, según la plataforma Mapbiomas.

Fue necesaria la visita del presidente Lula el 21 de enero a Boa Vista, capital del estado de Roraima, para que el país hiciera balance de la miseria en la que se encuentran los yanomamis. Al día siguiente, el Ministro de Salud declaró el territorio en «emergencia sanitaria» y evacuó a los más graves, ya que las instalaciones sanitarias locales ya no funcionaban. En represalia o para sembrar el terror, los mineros quemaron algunos de ellos o los utilizaron como almacenes.

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«Emergencia sanitaria»

En pocos días, cerca de 1.000 pacientes fueron transportados en helicóptero a hospitales en Boa Vista y se dice que la fuerza aérea arrojó 61 toneladas de alimentos en las aldeas. Según el Ministerio de Salud, 538 niños menores de 5 años murieron durante la presidencia de Jair Bolsonaro, incluidos al menos 495 de “causas evitables” : desnutrición aguda, paludismo, neumonía o una simple parasitosis intestinal. Si la desnutrición es responsable de más de la mitad de esta mortalidad infantil, se habría detectado malaria en 11.530 pacientes yanomami en 2022, una cifra récord y seguramente subestimada. A nivel nacional, ese número corresponde al 9,3% de los casos de malaria, mientras que los yanomamis representan apenas el 0,013% de la población brasileña.

«Brasil utilizará parte de los fondos internacionales destinados a la Amazonía para ayudar a los yanomami y suprimir el lavado de oro», anunció Marina Silva, Ministra de Medio Ambiente, durante su reunión con el Ministro de Cooperación Económica Alemana en Brasilia el 30 de enero. Svenja Schulze acompañó al canciller alemán, Olaf Scholz, que vino a anunciar la reanudación de la financiación del Fondo Amazonía por valor de 200 millones de euros. Esta dotación para proyectos de preservación, creada en 2008, había sido congelada durante el mandato de Bolsonaro.

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