En plena guerra de Ucrania, Corea del Norte vuelve a su política de bravatas


No relacionado directamente con la guerra en Ucrania, el misil balístico lanzado el jueves 24 de marzo por Corea del Norte es, sin embargo, un efecto colateral. Si bien el presidente Joe Biden se reuniría con los aliados de EE. UU. en Bruselas el mismo día, esta toma es claramente un desafío de Pyongyang. Es considerado por la Casa Blanca como “una violación insolente de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y aumenta innecesariamente las tensiones”.

Desde principios de año, la República Popular Democrática de Corea (RPDC) ha disparado una decena de misiles, más que en todo 2021. El del 24 de marzo podría ser un Hwasong-17, apodado «misil monstruo» por analistas militares, cuyo alcance puede alcanzar los 15.000 kilómetros.

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Rusia y Corea del Norte ahora comparten el mismo destino como parias internacionales sancionados por Estados Unidos y sus aliados. La RPDC es uno de los cinco países (junto con Rusia, Bielorrusia, Eritrea y Siria) que votaron en contra de la resolución de la Asamblea General de la ONU que condena la agresión rusa contra Ucrania. Por lo tanto, puede esperar que Rusia ya no se sienta obligada por las resoluciones de la ONU y que vete cualquier resolución del Consejo de Seguridad que solicite nuevas sanciones tras provocaciones de su parte. Esto le da más libertad de acción.

Incluso sin esa garantía, Pyongyang estaba decidido a continuar construyendo su fuerza de disuasión, a pesar de los llamados de Washington y Seúl para que se reanuden las conversaciones. Los líderes de Corea del Norte creen que el diálogo no tiene sentido hasta que Estados Unidos renuncie a su «actitud antipática (es decir, a las sanciones). En enero, Kim Jong-un le dijo a su gente que tenía que «prepararse para una confrontación a largo plazo con los imperialistas estadounidenses».

Nuevas tensiones desencadenadas

La elección del 9 de marzo como presidente de Corea del Sur del candidato derechista Yoon Seok-youl, quien se apresuró a declarar que la RPDC era la «enemigo principal» de su país, marcó claramente una ruptura con la política de apaciguamiento de su antecesor Moon Jae-in. Descartado ya cualquier intento de ponderación por parte de Seúl, parece que se ha iniciado una renovada tensión en la península.

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Varios factores intervienen en el nuevo ascenso al nicho de Corea del Norte. En primer lugar, el año 2022 está cargado de símbolos: marca los diez años en el poder del líder Jong-un y los 110y aniversario, 15 de abril, del nacimiento de «padre de la patria»Kim Il-sung (1912-1994).

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