En Pornic, un dermógrafo estético devuelve la confianza a las mujeres afectadas por el cáncer de mama


Charles Guyard, editado por Laura Laplaud
modificado para

10:31, 01 de octubre de 2022

Este sábado 1 de octubre marca el inicio deOctubre rosa. Una campaña de un mes de duración para crear conciencia sobre la detección de cáncer de mama, la más letal entre las mujeres. Para quienes sobreviven, volver a una vida normal no siempre es fácil. Por lo tanto, puede surgir una solución, redibujando su seno o sus cejas. Esto es lo que ofrece una joven desde 2019 en Pornic, en Loire-Atlantique.

Reparar cuerpos dañados

En el taller no hacemos tatuajes en sentido estricto, pero es como: «Vamos a venir a sacar todas las tintas que necesitamos con la aguja». Lucie es una dermatóloga estética y en su oficina, los patrones dibujados en la piel no son nada lujosos. Aquí se reparan los cuerpos dañados, en particular las mujeres a las que se les extirparon los senos debido al cáncer.

“Lo llamamos reconstrucción en 3D, así que con juegos de contrastes, luces, recrearemos toda la areola, todo lo que es el contorno, el pezón y el interior, el pezón”, explica.

Pero no es solo el cofre lo que podría necesitar un repaso. Las cejas, que no siempre vuelven a crecer después de la quimioterapia, también son un elemento fundamental. «Realiza toda la expresión facial, realmente enmarca la mirada», comenta Lucie.

«Encontré una nueva cara»

Catherine se dio cuenta de esto dolorosamente cuando se sometió a una cirugía de cáncer de mama en 2019. «Había algo que ya no era yo y cuando los amigos te dicen ‘no ‘no reconocí’, duele mucho. Rehacer tus cejas te permite mirarte en un espejo. Ahora he encontrado una nueva cara», sonríe.

Estos diseños tienen una vida útil de hasta cinco años y su coste, de hasta 350 euros por areola, no está cubierto. Lástima, porque los beneficios sobre la moral son inmensos. «Es como si fuera una etapa del pasado. Se acabó mi cáncer, encontré mi areola. Se acabó», concluye Lucie.



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