Explicación del final de la reliquia: cuidado con la mancha negra


Kay, junto con su hija Sam, busca a su madre desaparecida, Edna, en el campo australiano. El título «Reliquia» se refiere a un vitral tomado de una cabaña donde el bisabuelo de Kay, que padecía problemas de salud mental, fue abandonado y dejado en descomposición. Una imagen inquietante de su cuerpo reaparece en los sueños de Kay, como si se preguntara si su madre sufrirá el mismo destino solitario. (También hay mucho subtexto en el título).

El recuerdo del trágico final de su bisabuelo pende como una sombra sobre Kay mientras lucha con la tormenta perfecta de emociones (culpabilidad, resentimiento y tristeza) que conlleva cuidar a un familiar anciano. Kay se protegió de la dolorosa experiencia de presenciar el deterioro de su madre sumergiéndose en su trabajo. Esta negligencia llevó a Edna a vagar por el bosque, encerrar accidentalmente al hijo pequeño de su vecino en un armario durante horas y necesitar innumerables notas adhesivas esparcidas por la casa como recordatorios incluso de las tareas más básicas. Kay contempla dejar a su madre en un centro de atención para ancianos en Melbourne, pero Sam cree que sería cruel abandonar a un miembro de la familia; Ella cree que la familia está obligada a cuidarse unos a otros, incluso en tiempos difíciles.

Aparece una mancha de moho negro en el medio del pecho de Edna, que incluso vuelve negra su orina. La reliquia parece ser el origen de esta extraña podredumbre, que también se extiende por las paredes de la casa. Sam finalmente descubre que detrás de estas paredes en ruinas hay todo un laberinto de pasillos imposibles y espacios pequeños, lo que lleva al público a creer que hay algo siniestro y sobrenatural escondido dentro de esta casa que está causando el extraño comportamiento de Edna.



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