Natalia lo perdió todo. Vivía en una hermosa casa cerca de Kiev. Cuando cayeron las primeras bombas, ella y su familia se refugiaron en el sótano, durmieron en sus zapatos y compartieron su comida con los vecinos. Cuando los soldados pululan por todas partes, la madre decide huir con otros 50. Mientras corre por su vida con sus mellizos de 12 años, ve cómo los cohetes matan a sus vecinos. «El ejército estaba en todas partes, teníamos miedo de que nos dispararan», le dice a «Krone».
Rodeado de militares
Les da a sus hijos un papel con los nombres de sus parientes, por si acaso. Llegan a Viena. Ahora han encontrado un lugar seguro en el «Campus Wienerwald». «Cuando comenzó la guerra, inmediatamente nos quedó claro que queríamos ayudar», explica el organizador Reinhard Fellner de la «Iniciativa Soziales Österreich».