La organización radical palestina ha atacado frontalmente a Israel. Pero detrás de esta operación casi suicida puede haber un frío cálculo.
Una cálida noche de otoño en Riad, la capital de Arabia Saudita. Algunos jóvenes se sientan en un jardín y discuten sobre el futuro. Espera la paz en la región, afirma un saudita, refiriéndose a los rumores sobre el acercamiento del reino del desierto con Israel. «Es hora de que finalmente dejemos atrás los conflictos y las guerras. Todos nos beneficiaríamos de eso”.