House of the Dragon: Explicación de la incipiente rivalidad de Aemond y Daemon


Daemon podía jugar a ser un pícaro cuando las apuestas parecían mucho más pequeñas para Westeros, pero ahora, en la hora del lobo, un bromista en la baraja podría derribar todo este castillo de naipes. Incluso con la pérdida de un ojo, el Viejo Rey Viserys puede verlo e intenta unir a su familia, por fin, que es lo que hace que los ecos de Daemon en la próxima generación sean tan peligrosos.

Sí, Daemon todavía está aquí y aún puede jugar al pícaro cuando le conviene. Fue uno de los mejores momentos del personaje en toda la serie cuando incitó a Vaemond Velaryon (Wil Johnson) a decir «bastardo» y luego inmediatamente le cortó la cabeza. Casa del Dragón también usa el momento para llamar la atención sobre los paralelos entre Daemon y Aemond. Mientras que el resto de la familia Green de Aemond observa, horrorizada o enfurecida por la descarada arrogancia de Daemon de decapitar a su hombre en Driftmark ante toda la corte, Aemond observa con admiración… y envidia.

La edad trae sabiduría, supuestamente, pero para muchos trae comodidad. Daemon tiene lo que parecía querer siempre. Rhaenyra es su esposa, el Trono de Hierro pronto será suyo (más o menos) por poder como Consorte de la Reina, y aparentemente ha superado su problema de impotencia dado que ahora es padre de cuatro niños sanos.

Aemond, por otro lado, no tiene la seguridad de colocación, poder o matrimonio de su hermano (Aemond estaba inquietantemente celoso en el último episodio de que Aegon sería quien se casaría con su hermana). Desde la estrecha perspectiva de Aemond, Daemon tuvo su turno. Ahora es el momento de Aemond.

Y vemos lo que eso puede significar durante la secuencia culminante de la cena del episodio. La madre de Aemond intenta una paz tentativa con su mayor enemigo, la princesa Rhaenyra, y tanto Jace como Aegon (Tom Glynn-Carney) pueden tragarse su orgullo el tiempo suficiente para ignorar los desaires del otro frente a su padre/abuelo.

¿Pero Aemond? Tan pronto como el anciano sale de la habitación, gira el cuchillo y dirige un festín destinado a la paz de regreso a la guerra. No tengo forma de probarlo, pero sospecho que Aemond ordenó que le entregaran un cerdo asado entero frente a él, y frente al príncipe que le quitó el ojo. Sin parpadear, siempre sin parpadear, Aemond solo espera una excusa. Luke le da uno con una risita, y luego es hora de brindar por su FUERTE sobrinos



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