Uno podría comenzar a notar más automóviles chinos en los mercados occidentales en los últimos tiempos. En la primera mitad del año, China exportó 2,34 millones de vehículos, según datos de aduanas. La cuenta superó la de Japón, que terminó el primer semestre con 2,02 millones de automóviles exportados.
Esta es la primera vez que China supera a Japón en la exportación de automóviles en la marca de medio año. El logro ha sido impulsado por el “crecimiento explosivo” de la exportación de vehículos eléctricos, escribió en un blog Cui Dongshu, secretario general de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China.
De hecho, las marcas chinas de vehículos eléctricos han estado presionando agresivamente en el extranjero, aventurándose no solo en los mercados emergentes sino también en los mercados occidentales donde abunda la competencia.
Xpeng y Nio, dos jóvenes fabricantes chinos de vehículos eléctricos, iniciaron su expansión internacional en Europa. BYD, el gigante que fabrica baterías y vehículos híbridos, está estableciendo una huella para sus vehículos de consumo en prácticamente todos los mercados de rápido crecimiento y economías importantes, excepto EE. UU. por ahora. Zeekr, la subsidiaria de vehículos eléctricos del mayor fabricante de automóviles privado de China, Geely, ha anunciado planes para Europa Occidental y Asia Central, con señales de probar el agua también en los EE. UU.
Los vehículos eléctricos se han convertido en un área clave en la que China desea establecerse como líder mundial, en gran parte gracias al dominio del país sobre la larga y compleja cadena de suministro de baterías. Con ese fin, el gobierno ha otorgado generosos subsidios y políticas de apoyo para hacer crecer el sector, lo que ha dado lugar a vehículos enchufables de calidad y precios competitivos, similares a los que caracterizan a los automóviles de gasolina japoneses.
Como me dijo recientemente un consultor de vehículos eléctricos: «Solo hay dos tipos de empresas de vehículos eléctricos en el mundo: Tesla o fabricantes chinos de vehículos eléctricos».
La pregunta, entonces, es si los vehículos de pasajeros chinos podrán establecer el reconocimiento de marca fuera de casa, especialmente en los competitivos mercados occidentales.