La producción comenzó en «Avatar: The Way of Water» en 2013. Cameron, el perfeccionista que es, sabía que una secuela de «Avatar» requeriría comenzar todo desde cero. El título de la secuela no es solo un eslogan llamativo: el agua es una gran parte de la producción de esta película y un gran motivo de la historia. Aunque Pandora se retrata principalmente en animación CG detallada, Cameron quería filmar de forma auténtica las escenas de sus actores bajo el agua, volviendo a algunos conceptos que estableció en «The Abyss» con un contexto completamente nuevo. El perfil de GQ pasa por todos los problemas que Cameron tuvo al desarrollar nuevos sistemas de inteligencia artificial y cámaras necesarias para lograr su visión:
«Nada funcionó la primera vez que Cameron y la producción lo intentaron. O la segunda. O generalmente la tercera. Un día en Wellington, Nueva Zelanda, donde Cameron estaba terminando la película, me mostró una sola toma de efectos, numerada 405». Eso significa que ha habido 405 versiones de esto antes de que llegue a mí «, dijo. Cameron ha estado trabajando en la película desde 2013; estaba previsto que se estrenara hace años. En septiembre, todavía no había terminado».
Los años de conceptos y experimentaciones descartados han inflado el presupuesto de «The Way of Water» en un grado alarmante. Cuando se le preguntó qué tan caro era el presupuesto de su secuela, Cameron respondió tímidamente «Muy jodidamente», y luego describió la película como «el peor caso comercial en la historia del cine». Cameron afirma que la meta mínima de rentabilidad para su secuela de «Avatar» está en un nivel drástico. «Tienes que ser la tercera o cuarta película más taquillera de la historia», explicó. «Ese es su umbral. Ese es su punto de equilibrio».