Hablando con Vulture en 2017, Kevin Conroy habló sobre cómo interpretó la línea. A pesar del fuerte dramatismo de la escena, sintió que debía mirar hacia adentro para su actuación. Él explicó:
«Era Bruce Wayne hablando solo, reafirmando su propia identidad… Se lo dice a sí mismo en lugar de proclamarlo al mundo. Se está mentalizando a sí mismo… Si lo haces como un discurso histriónico, entonces suena ridículo. Pero si lo haces desde adentro, como si estuvieras tratando de convencerte a ti mismo, estás tratando de encontrar la fuerza dentro de ti para hacer el acto que tienes que hacer, entonces simplemente sale de tu interior».
De hecho, para entrar en la mentalidad de Bruce, Conroy se basó en sus propias ansiedades y se mentalizó antes de actuar:
«Era como si estuviera a punto de subir al escenario y estoy aterrorizado y creo que nunca recordaré todo y tengo un ataque de pánico. Es Kevin Conroy diciendo: ‘Dios mío, Kevin. Eres un actor. Eres un buen actor. Conoces este papel. Puedes hacer este papel mejor que nadie. Hazlo'».
Conroy era un hombre gay que vivió la mayor parte de su vida en el armario. Como escribió en el cómic corto «Finding Batman» (arte de J. Bone), Conroy encontró puntos en común con su papel porque él y Batman eran hombres con vidas duales, una pública y otra privada. Interpretar a Bruce Wayne ayudó a Conroy a encontrar su confianza en sí mismo, y le devolvió eso al personaje.