“La catástrofe al borde de la cual se encuentra Saint-Etienne es una obra colectiva”


contraEs un charco antiguo que se extiende frente a la línea de gol. El 18 de septiembre de 2021, una tormenta golpeó el estadio Geoffroy-Guichard y, justo al final del partido entre el AS Saint-Etienne (ASSE) y el Girondins de Bordeaux (ya último en la Ligue 1), este charco frena un intento de Harold Moukoudi, privando a los Verdes del empate.

Ese punto perdido les habría permitido mantener hoy la plaza de play-offs que parecían tener asegurada, pero que el FC Metz les acaba de robar un día antes del final del campeonato. Aquí están a 90 minutos del descenso a la Ligue 2, junto con el Girondins, otro monumento en ruinas.

Siendo las verdades del fútbol retrospectivas, la tentación es fuerte de explicar los resultados por tales «hechos del juego», como se denominan, o asignárselos únicamente a los jugadores, como es costumbre. Pero el desastre al borde del cual se encuentra ASSE es una obra colectiva, y su derrumbe en el sprint final como una temporada al revés.

Fragilidad institucional y económica

El desastre tiene múltiples causas, algunas estructurales. Primero la fragilidad institucional del club, socavado por las disensiones entre sus copresidentes Roland Romeyer y Bernard Caïazzo, que desde hace varios años intentan en vano venderlo. El nombramiento a finales de 2021 de un triunvirato formado por Loïc Perrin, Jean-François Soucasse y Samuel Rustem llegó demasiado tarde para remediar esta errática gobernanza.

Su fragilidad económica, entonces. La actitud de espera de los accionistas llevó a la subinversión y al turismo, pero en cualquier caso no tenían la base financiera para absorber la crisis de Covid y sus propios errores sin dificultad.

La ASSE, que sin embargo ha obtenido cinco títulos europeos en los últimos diez años, corre peligro desde hace dos temporadas. Para el ejercicio 2021-2022, el técnico tiene el objetivo tácito de asegurar el mantenimiento con un grupo formado por una gran proporción de jóvenes, un factor de riesgo adicional.

Si Claude Puel y su dirección autoritaria tienen responsabilidades en un inicio de temporada alarmante, su equipo muestra unos principios de juego claros y demuestra cierta fortaleza de carácter.

Una vez pasada la mala suerte (ilustrada por las 12 cantidades tocadas en 17 partidos, récord europeo registrado a principios de diciembre por el estadístico Opta), inevitablemente confirmará que tiene medios para mantenerse…

La victoria arrebatada ante el Clermont-Ferrand en el tiempo añadido el 7 de noviembre de 2021 sugiere tal punto de inflexión, pero una nueva serie de contratiempos venció a Claude Puel un mes después.

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