De Barra explicó que la música estaba en el centro de «Blood Origin» porque estaba en el centro de Éile:
«Éile, ella es cantante. Ha dejado atrás su pasado. Está tratando de expiar sus pecados a través de la música. Así que quiere ser una bardo para la gente y conectarse con ellos. Entonces, en cierto sentido, es como una cantante folklórica élfica. Así que ese era el toque que quería poner en estas canciones y las escribí es que son atemporales y son las canciones que se pueden cantar sin acompañamiento. Cualquiera de estas canciones se puede cantar sin acompañamiento, acapella en un rincón de una habitación y hipnotizar a la gente. Esa es toda la idea».
Las canciones que canta Éile son muy folclóricas, el tipo de cosas que te puedes imaginar escuchando en cualquier taberna medieval (o en la Feria del Renacimiento local), lo que significa que Brown tuvo que cantar bastante sin compañía. Si cantar para una serie de televisión con coros e instrumentos suena aterrador, ¡imagínate cantar completamente solo! Brown se las arregla para hacerlo con delicadeza, y las veces que otros personajes retoman las melodías y comienzan a cantar son escalofriantes. De Barra y el resto del equipo de «The Witcher: Blood Origin» entienden el poder de mezclar música y palabras, y la experiencia de Brown al descubrir sus talentos refleja la de su personaje. Cuando Éile se da cuenta de que tiene más influencia en el mundo de lo que había imaginado, Brown se da cuenta de que es capaz de una amplia gama de talentos interpretativos.