La producción mundial de vino alcanza su nivel más bajo en sesenta años


Si bien la cosecha ha terminado en el hemisferio norte, es hora de hacer las primeras estimaciones sobre el nivel de tinas en el mundo en 2023. La madre naturaleza ha jugado una mala pasada a muchos viticultores este año. Sacudida por fuertes episodios climáticos perturbadores, la producción mundial de vino debería rondar los 244 millones de hectolitros, la más baja en sesenta años, según los datos publicados el martes 7 de noviembre por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). En comparación con el volumen puesto en bodega en 2022, una añada ya poco abundante, el descenso se estima en un 7%.

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Este descenso hay que ponerlo en perspectiva con los territorios más afectados por los desastres climáticos este año, en este caso Italia y España. Sin embargo, estos dos países, junto con Francia, constituyen los tres principales productores del mundo. Inundaciones, tornados, sequía… El abanico de calamidades que han caído sobre los viñedos del centro y sur de la península italiana es amplio, sin olvidar los ataques de mildiú.

Como resultado, el flujo de vino transalpino se redujo un 12% en un año, hasta 43,9 millones de hectolitros. Esta debilidad permite a Francia destronar por una vez a Italia y convertirse en el primer productor mundial de vino, aunque su cosecha se mantiene estable, en 45,8 millones de hectolitros. España, todavía en tercera posición, pierde terreno, con una producción reducida un 14%, hasta 30,7 millones de hectolitros. La sequía y las temperaturas extremas han afectado especialmente a las regiones vitivinícolas de Castilla y La Mancha.

A Estados Unidos le va bien

Aunque la situación fue más favorable en Alemania, Portugal y Rumanía, al final la producción europea de mosto vinificado cayó un 7%, hasta 150 millones de hectolitros. La poción es aún más amarga en el hemisferio sur, donde el nivel de los depósitos ha disminuido un 19%, hasta los 45 millones de hectolitros. Ninguno de los países de esta zona, a excepción de Nueva Zelanda, ha pasado por las gotas de los peligros climáticos. Incendios y sequías en Chile, heladas y huracanes en Argentina, falta de lluvias en Brasil, olas de calor en Uruguay, exceso de precipitaciones, bajas temperaturas e inundaciones en Australia, las condiciones climáticas apenas han sido favorables.

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En este contexto sombrío, Estados Unidos está bien: el cuarto productor mundial de botellas varias vio su cosecha aumentar un 12%, hasta 25,2 millones de hectolitros, después de un año 2022, eso sí, poco favorable. Luego de varios años de falta de agua, las abundantes lluvias favorecieron los viñedos de Napa Valley y Sonoma Valley.

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