La NASA ha anunciado su supercomputadora más poderosa hasta el momento, denominada «Aitken».
Sin embargo, el nuevo top dog no es una bestia informática multimillonaria recién construida, sino una actualización modular de una máquina lanzada por primera vez en 2019.
Nombrada en honor al famoso astrónomo estadounidense Robert Grant Aitken, la unidad de alta potencia reside en la Instalación de Supercomputación Modular (MSF) en la Instalación de Supercomputación Avanzada (NAS) de la NASA en el Centro de Investigación Ames en Silicon Valley.
¿Qué puede hacer?
La máquina recién actualizada tiene un rendimiento máximo de 13,12 petaflops, con un rendimiento sostenido de 9,1 petaflops, un gran impulso en comparación con el máximo de 3,69 petaflops y un rendimiento sostenido de 2,38 que tenía cuando se lanzó por primera vez.
Las estadísticas actualizadas le dan un número 58 colocándolo en la lista Top500 (se abre en una pestaña nueva) de las supercomputadoras más poderosas del mundo.
El gran impulso en el rendimiento proviene de solo cuatro racks HPE Apollo, que utilizan la arquitectura Rome de AMD, basada en la microarquitectura Zen 2.
La NASA dice que sus científicos utilizarán Atiken para ejecutar simulaciones de plasma cinético para aprender más sobre las estructuras y dinámicas de la reconexión magnética y la forma en que los campos magnéticos del Sol se conectan y desconectan con los de la magnetosfera de la Tierra.
Además, los ingenieros aeroespaciales están preparados para utilizar la potencia de procesamiento de Aitken para respaldar las próximas misiones de Artemis mediante la simulación del entorno de lanzamiento en el Centro Espacial Kennedy.
Pero eso no es todo lo que dice la NASA, Aitken será utilizado por una variedad de otros investigadores en el campo de la aeronáutica, la exploración espacial, las ciencias de la Tierra y la astrofísica.
Además de la mera potencia bruta, el Aitken mejorado también aporta mejores credenciales de sostenibilidad a la mesa; utilizando un 14 % menos de energía en refrigeración y reduciendo el consumo de agua en un 96 %.
Es un momento emocionante para la industria de la informática de alto rendimiento (HPC), ya que el campo disfruta de una gran cantidad de atención e innovación.
Europa acaba de recibir su primera computadora a exaescala JUPITER, que se encuentra en el Centro de Supercomputación de Jülich en Alemania y se encenderá en 2024. La potencia de la máquina se utilizará para modelado climático, ingeniería de materiales, simulaciones biológicas e investigación de producción de energía sostenible.
Actualmente, la única computadora a exaescala en el mundo occidental es Frontier, una máquina con tecnología AMD alojada en Oak Ridge Leadership Computing Facility (OLCF) en Tennessee, Estados Unidos.
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