Las compras conscientes ayudan a proteger el clima


Según un estudio de BOKU Viena, alrededor de 130 kilogramos de alimentos comestibles terminan en la basura cada año y en los hogares de Austria. Extrapolado a Burgenland, esto da como resultado un total de 17.000 toneladas.

Si estos se cargaran en camiones promedio, el resultado sería un convoy de hojalata que se extendería desde Eisenstadt hasta Neusiedl, según el Verkehrsclub Österreich (VCÖ). Al mismo tiempo, los víveres desechados no solo deben transportarse a las sucursales y tiendas, sino que también deben conducirse a los basureros.

Proteja su billetera y el clima
«Menos residuos significa menos tráfico de camiones en las calles, menos emisiones de CO2, menos contaminantes nocivos, menos contaminación acústica para los residentes y menos accidentes de tráfico», dice Michael Schwendinger, experto de VCÖ. Por lo tanto, las compras conscientes no solo son fáciles para la billetera, sino que también ayudan a proteger el clima.

Para reducir la cantidad de residuos, se necesitarían envases más pequeños y ofertas sin envasar para poder comprar cantidades más pequeñas. Al mismo tiempo, según VCÖ, también es importante la labor de sensibilización.



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